EN EL AUTOBUS

mercedesdembo

EN EL AUTOBUS

 Lorelei era una mujer madura de muy buen ver discreta, elegante en su vestimenta y en sus modales. Era socia en un bufete de abogados. Ese día subió al autobús que arrancó de un golpe y la proyectó hacia atrás. El colectivo estaba lleno hasta los dientes. Ella tuvo que quedarse de pie y escurrirse entre dos personas. La incomodaba viajar en autobús pero no tenía otro remedio ya que su coche estaba en el taller. El olor a sudor era sofocante y con el día tan caluroso sentía nausea. Tenía que soportar este suplicio durante la hora y media de trayecto. A pesar del aire acondicionado no llegaba a calmarse. Respiró hondo y sacó un frasquito de perfume del bolso y se lo pasó por las sienes. Tan ensimismada estaba que no se dio cuenta de que alguien le estaba rozando el trasero hasta que sintió un dedo recorriéndole el canal entre los glúteos; se sobresaltó, la sorprendió el descaro del desconocido,era todo un acto evidente y deliberado. Miró a su alrededor para ver si había alguna salida pero no pudo moverse, iba a protestar pero estaba tan nerviosa e incierta que no quería crear una escena. Al mismo tiempo el colectivo dio una sacudida fuerte que la empujó más contra el desconocido y sintió como su trasero se calaba entre los muslos de él. El hombre se excitó más, aprovechó para levantarle la falda y bajarle los panties. Fue metiéndole el dedo índice en medio del culo al mismo tiempo que lo movía en círculos. Ella miró a su alrededor para ver si alguien miraba, pero estaba lleno de gente, nadie parecía notarlo. Se estaba volviendo loca y se puso muy cachonda. Hacía mucho tiempo que no experimentaba tales sensaciones de placer; su marido llegaba siempre cansado del trabajo y se metía a la cama a dormir. Ella nunca se quejaba, ahora iba a disfrutar sin sentirse culpable. Lorelei separó las piernas para facilitar el contacto.La mano de él subió hasta su pubis, le acaricio y lentamente rozó la vagina metiendo un dedo y luego dos en ella. Separando los labios, jugueteó con su clítoris frotándolo y exploró su interior con tanta delicadeza que ella se abría como un botón de roza. Sintio que la tocabanenun punto que la hizo temblar de gozo. Ella podía sentir la humedad que le resbalaba por las piernas y la presión de la verga erguida clavada en su espalda. Eso la volvía loca, quería sentir el miembro en su interior y empezó a menear las caderas con ritmo más rápido, la pelvis y los testículos chocaban sin piedad en el portal de su sexo mientras la empalaba a un ritmo devastador, la tomaba como suya. Sus embestidas aumentaban en potencia y velocidad, casi de manera enloquecida, salvaje, metiendo y sacando su verga hasta lo más profundo con fuerza incontenible. Lorelei vibraba, jadeaba, quería gritar y se tuvo que morderse los labios para no hacerlo. Alcanzaron el climax juntos. Él sacó un pañuelo de su bolsillo y la limpio delicadamente. Todo el tiempo que duró el trayecto no se dio vuelta y no vio el rostro del desconocido, llegó a su parada y se bajó, radiante, del autobús.

 

 

Merche DemBar

safecreative1305125094705

 

 

 

  • Autor: Merche DemBar (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 13 de mayo de 2013 a las 06:42
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 117
  • Usuario favorito de este poema: El Hombre de la Rosa.
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios5

  • DAVID FERNANDEZ FIS

    !Madre de todos los santos! bien merecido lo tiene su marido,pero si lo hace en un autobus de aqui,madre mia la que le arman jajajaja,me encanto este poema-reality neshicos arbe,javera sheli

  • El Hombre de la Rosa

    Un genial hermoso y preciado cuento amiga Mercedes
    Saludos y amistad

  • la negra rodriguez

    sin palabras jajajaja

  • mercedesdembo

    Muchas gracias Silvi, David, Crispulo.
    besitos

  • jose miguel hernandez l

    UNA VEZ ME MONTE EN UN AUTOBÚS Y UN SEÑOR LE PUSO LA MANO EN EL TRASERO A UNA JOVEN Y ALLÍ SE FORMO UNA TRIFULCA.
    TAN GRANDE, QUE TODO EL MUNDO LLEVO GOLPES.

    ME AGRADO TU CUENTO

    SALUDOS

    • mercedesdembo

      Gracias Jose Miguel por pasar lo aprecio, esas cosas pasan o cuando era soltera tenia un alfiler en mi bosillo listo por si las moscas jajaja
      un abrazo



    Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.