Un cuento sin comienzo

Amo cada centímetro de tu ausencia, cada caricia inexistente y los besos que no me das y de los cuales guardo solo un tibio recuerdo. Amo tu mirada traviesa y tus palabras ya tan lejanas, te amo y me aferro a amarte como el niño cuando recién nace se aferra al busto de su madre.

Extraño ese comienzo que jamás comenzó y espero con ansia su principio un erase una vez, un todo comenzó cuando, había una vez un tu y yo que fue eterno. Te extraño por las mañanas te pienso por las tardes y además te sueño, necesito de tu calor, lo necesito como al agua el sediento.

Eres una luz en medio de tanta oscuridad, mi luz, mi oscuridad, mi universo, y al darme cuenta de lo que escribo me doy por enterada de que te puse en un pedestal, tan alto, tan lejos, fue mi culpa, es mi culpa no alcanzarte y no sabes cuánto lo lamento.

Al final mi fracaso es tu éxito, yo te escribo como un cuento eterno, tú me olvidas desde el comienzo.