El Caballero de Saturno

dasey

Él daba pasos gigantes de victorias, con cada batalla que ganaba era una dedicatoria a la dama que suspira dentro de cada latido de su noble y recio corazón.  Él posee cinco anillos fríos y duros como su persona, sin arrogancia pero haciendo saber quién es el mejor. Estricto, recto y con la frente siempre en alto dejó que el amor rompiera las gruesas paredes que cubrían su motor de vida. El Caballero de Saturno solamente reía al estar en compañía de su amada, la princesa Vesna.  Ahí la felicidad cantaba en un jardín lleno de alegrías; cada día era primavera en su alma. Él despierta y sus sueños se abren como capullos al sol, la magia flota. No hay más mundo que el de su dama.

Es de noche, el frío en este invierno duerme en su piel. El Caballero de Saturno está frente a su peor rival, un príncipe venido de alguna tierra lejana para llevarse a la princesa. Es llamado el Príncipe del Trueno por la hoja curveada de su espada. Una contienda empieza, las armas filosas gritan cada vez con más furia. La luna ilumina hasta cegar sus pupilas, la calma hace eco en cada sentido de los combatientes. El Caballero de Saturno y el Príncipe del Rayo no se odian, pero luchan por el amor de una bella dama. El venido desde lejos está a punto de ser traspasado por el filo de su adversario, un fugaz movimiento y su cuerpo se llena de sangre, pero no de los que luchaban. Inesperadamente la princesa Vesna aparece. Un grito de terror se hace escuchar hasta el abismo del universo, ahora la grotesca luna ilumina con tristeza. El Príncipe del Trueno cae arrodillado y el Caballero de Saturno alza a su amada entre sus brazos. Los dos sienten el dolor hundirse en lo profundo del infinito, él llora; cada lágrima golpea con fuerza el piso. Sus sueños vuelven a dormir, ya no hay un cielo para dar ni batallas para ganar; miles de horas compartidas con su bella princesa y ahora el tiempo se detiene en sus ojos de furia y dolor…

El día amanece, ya no huele dulce, ya no existe la fragancia a primavera. Ya no hay suspiros que quiebren el aire. Hay soledad y silencios que danzan alrededor de los corazones rotos.

El Caballero de Saturno tomó su espada y la arrojó lejos, montó su corcel y despacio se alejó con toda la congoja que su cuerpo puede sentir. Por primera vez fue derrotado, y la vida se le burla por su falta de humildad. 

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  • Autor: Ceus.A.Dasey (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 26 de marzo de 2013 a las 23:40
  • Comentario del autor sobre el poema: narracion corta espero q les guste
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 18
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