Para ti...

“Yo no entiendo de pigmentos, ni como, ni cuando de colores

pero me vuelvo cuadro cuando tus ojos se desnudan ante mi,

y todo es un bastidor donde las sonrisas pintan como niños

sus manos,  sus huellas distraídas por la ternura en arcoíris

manchan de dulce ofrenda perecedera al miedo de perderte.

Entonces no te pierdo mas allá de mis sueños, te recupero a cada

respiración y me marea tantas ansias de tenerte junto a mi, aunque

estés tan lejos tejiendo tus miedos, bruñendo tu sonrisa de tiza

y crayones de colores pintando tu frágil mundo… yo deshojo mis

pestañas pensando casi inerte en la posibilidad de rescatarte  de la cordura

y traerte a mi naufragio donde podamos sobrevivir a la vida que nos toca”.

 

(Quisiera, pero como quisiera contarle al mundo que al cerrar mis ojos

te sueño, y un universo abre sus pétalos en una primavera lejana,

donde te roza polvo de estrellas y constelaciones hacen un tocado

en tu frágil cabello)… solo entonces murmuro:

 

Sabe la luna de ti y también de mí,

no es la misma peregrinación las sendas de tus lágrima

para el horizonte de las mías.

Rostro europeo, rostro latino , rasgos distintos respirando

diferentes estaciones, abanicadas por luces distintas.

Pero existe un mismo pañuelo que se ofrece sin medidas ni credos.

Oníricos son los refugios donde la llama se funde en la roca

proponiendo un abrazo, pero reales los latidos al respirarte.

Y no tengas más miedo.

¿Como hacer de mi mano tu espada,

de mi brazo tu escudo que al rodearte acobije tu pecho?.

Si algún problema te atrapa, estaré silencioso

con el grito en la lanza y las llamas encendidas.

Ser  tu refugio, la distancia no es nada al saber

que hay caminos para llegar.

No tengas miedo, tengo un ejército de plegarias

para ti,

Y un santo a quien amo, que por cierto  no es sordo,

me escucha, le confesaré el camino para que

llegue a ti y cure todos tus miedos, tan solo porque me importas,

tan solo porque te quiero.