Tus Miradas

egarzazul

Recordando las miradas de odio que nunca me diste, llegué a la conclusión de que tus miradas en todo momento han sido de amor, y que siempre me negarás esas miradas que matan, porque tus miradas de vida, así me lo hacen sentir.

 

Sé que muchas veces, tus miradas que callan enmudecieron el habla y mataron las palabras de reproche, pero tus miradas que lo dicen todo, me perdonaron los errores, y olvidaste todas las ofensas.

 

Jamás podré ver en tus ojos las miradas de rencor que carcomen el alma y ennegrecen los sentimientos. Sólo percibo de ti esas miradas de ternura que son pura bondad, dulzura, delicadez, estima, afecto y cariño.

 

He visto tus miradas de tristeza, y las conozco muy bien porque soy hombre y no soy perfecto, pero sabes, éstas son las únicas que me hacen sentir culpable. Me gustaría siempre poder ver esa mirada tan especial de felicidad, que la mayor parte del tiempo es la que está dibujada en ti.

 

Preferirías mil veces perder la vista, a lanzar miradas de aspereza que sólo hacen daño y provocan violencia. Es por eso, que de todas tus miradas, mis favoritas son las que acarician, las que fulminan el corazón con un simple rozón de tus bellos ojos color miel.

 

Tus miradas de desagrado, me manifiestan que no estás de acuerdo conmigo en algo, y que es mejor que lo piense dos veces antes de actuar. También tienes miradas seductoras que me insinúan y halagan, que me conquistan, cautivan y encantan, que me enamoran, y hasta me sonrojan.

 

Te disgustan las miradas impertinentes que molestan y muestran desagrado por todo, que nunca están conformes con nada. Por eso, cuando veo tu mirada profunda, me doy cuenta que estás pensando, analizando, y buscando la razón o el motivo, del por qué de las cosas o situaciones.

 

Nunca te he conocido una mirada escéptica, una que esté falta de fe, o que carezca de esperanza; al contrario, tus miradas mágicas me hechizan y me embrujan, me hacen soñar e imaginar, que somos únicos como pareja, como familia, y que la felicidad puede ser para nosotros eternamente.

 

Esas miradas de paso, que únicamente se lanzan para mirar por mirar, no son tus favoritas hacia mí, ya que prefieres las miradas agudas con las que traspasas mi ser, y te ponen alerta de todo lo que sucede, de lo que me hace feliz, de lo que me agobia o molesta; estas son las que te hacen ser más sensible, y las que despiertan tu sexto sentido.

 

Por eso cuando recuerdo tus miradas de odio, esas que nunca me diste, y que jamás profanarán tus ojos, me doy cuenta que cada mirada tuya es respaldada por tu corazón lleno de amor, y que a través de tu mirar, que es el conducto directo a tu alma, das a conocer el espíritu especial que hay en ti.

 

 

e.g.

  • Autor: egarzazul (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 8 de marzo de 2013 a las 20:15
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 128
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