06/03

puedo tener cuarenta años
vivir solo
hacer durar el tarro de café
endemoniadamente
beberlo junto con la herrumbre
puedo empezar a vender mis libros
subir a los carros
soltar algunos gallos
emprender caminatas
sin sentido definido
en la av. abancay
puedo dejar de escribir
como dejar de fumar
beber
jugar en las maquinitas
respetar el sencillo
del vicioso de al lado
echar una mirada lasciva a una señorita con minifalda

puedo parar el tránsito con una capa de torero
quitarle el silbato a un policía
dejarme morder por un perro
vomitar cada vez que veo la televisión
robar la cancha y la cebolla china
de las carpas de caldo de gallina
llorar escuchando a chacalón
dejar de enojarme con las mentiras de la prensa
amanecer debajo de los puentes
presa de la resaca del invierno
vociferar en las plazas de los barrios
más pobres
un evangelio terrestre

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