Lovers no more

Amadeus

Lovers no more

Una mañana cual pensé tranquila, desencadeno ira inigualable para quien pensé que me amaba.  La mañana comenzó tibia, más tibia de lo normal en este paraíso y mientras ella sudaba con aires pecaminosos, yo rogaba por una brisa fresca que hiciera el sol menos fogoso.  Veía las palmeras a mí alrededor esperando por su baile para sentirme un poco más agraciada, pero para mi sorpresa suenan las doce; solo quedaba una hora para por fin encontrarme con ella.  Apresurada me dirigí al cuarto solo para toparme con la polémica de que ponerme, pero para no mal gastar el tiempo decidí ducharme y preocuparme por eso después.  Una larga y fría ducha era justo lo que necesitaba para combatir el calor abrumador, pero no había tiempo que perder.  El agua corría y al hacer contacto con mi piel se evaporaba. Jamás había sentido calor similar fuera de las circunstancias apasionadas, mas la ingenuidad anido en mi cegando mi instinto.  Instinto cual ahora entiendo... mi calor fue pasión vertida en mi nombre, sin embargo, no se vertió para mi.

 

En un escenario diferente, mi amada esperaba ansiosa por regresar a mis brazos (al menos así lo pensaba).  Regresaba en tren de su viaje de trabajo en Milán.  El viaje duraba tres horas, más o menos, y solo faltaba menos de media hora para que su tren llegara. Yo me encontraba en Roma, pero nuestro hogar es en  Florencia, para embarcar en nuestra nueva aventura.  Ya todo estaba listo, el equipaje, quien cuidara de nuestras mascotas, y por su puesto el velero, todo iba justo como se planifico... hasta que recibí un pequeño regalo de bienvenida, una mala noticia y una verdad inminente solo para entender que nada es lo que parece.

 

El regalo de bienvenida fue dulce y un detalle curioso, fue algo poco común. Eran las 12:35 cuando llego mi regalo de bienvenida, así de puntual sonó mi teléfono con una foto de ella. Sonreír fue mi primera reacción, luego comprendí que no tenía porque sonreír, aún así contesto 'Estas hermosa, amor. No tienes idea las ganas que tengo de verte.'. En mi mente y corazón solo había felicidad y amor para ella y ese regalo de bienvenida me hizo más feliz.  Luego llego mi mala noticia, la que me haría odiar a quien llegue amar. 

 

Son las 12:40 solo veinte minutos más y la podre tener entre mis brazos y ser aún más feliz. Vuelve la puntualidad a mi teléfono, esta vez con un mensaje.  'No viaje sola esta vez y  tienes que ver algo más de mi parte.'. Quede atónica al leer sus palabras, pensé que le había sucedido algo. Mi felicidad se torno en angustia y los minutos entonces se hacían eternos. Le contesto lo que sería excelente interrogatorio para un criminal, pero mi preocupación me hacía pensar lo peor. Lástima que no me hizo pensar en lo obvio, en la verdad inminente.

 

Teníamos acordado encontrarnos en un hotel para pasar la noche y al día siguiente emprender nuestro viaje en velero.  Ya había hecho la reservación y la estaba esperando ahí, quería sorprenderla pero no sabía con qué o cómo. Así que compre champaña, chocolates y rosas, había dejado todo listo. Eran las 12:55 y la angustia y la ira no me dejaban en paz. Estaba confundida, no sabía que pensar mucho menos que sentir. 12:59 pm. Tenía un minuto para tomar un plan de acción.  Entonces las manecillas del reloj se fueron deteniendo, todo comenzó a verse opaco, mi mirada se nublo y recordó lo que había visto, y me perdí en ese momento.

 

12:41 pm.  Tocan la puerta, me entregan un paquete. 'Para mi amor'. Pienso por dos, tres segundos. Lo abro, lo veo... le doy a comenzar.  Ella luego de haberse tirado la foto que me envió, tira un beso a la cámara y comienza la función.

 

12:41 pm.  Primera acto: La seducción. 

 

Ella con solo una camisa, que muy probable costo unos cientos de dólares, sombrero negro y su mahón favorito; su amante con falda negra, camisa de botones roja con el primer y segundo botón desabotonado, chaqueta negra, y pelo amarrado, riso... rojo. Ella dulce tira un beso a la cámara, corrección, a su amante y posando con sus piernas abiertas, pues al parecer esa era la posición sugerida por su amante. Su amante la besa en su vientre suave y sin apuro, ella mirando a la cámara muerde sus labios y demuestra excitación. Su piel ya está erizada y solo por un momento olvide que hay otra entre sus piernas y me dejo mover por su mirada seductora y recuerdo las veces en las que le hacía el amor y que los labios que mordía eran los míos. Vuelvo a la realidad, me lleno de ira.

 

12:45 pm. Segundo acto: La traición.

 

Ella ya sin corpiño, solo su sombrero negro cubría sus hermosos senos. Su amante la iba besando por  su vientre, luego su barriga, y sus senos; la iba besando como la besaba yo, dejando que mis labios probaran su piel como si fuera una jugosa fruta.  Ella solo gemía, y movía su cuerpo al son de una melodía armoniosa. Su amante con las manos desenfrenadas recorrían el cuerpo de ella, más gemidos. Se le notaba en la voz cómo su cuerpo le exigía más, cómo ya ella estaba lista para perder toda su ropa, la poca que le quedaba, y dejarse amar. Me volví a perder en el momento, me perdí en el sonido de su voz. Recordé como su cuerpo me pedía más cuando le hacía el amor, como su cuerpo vibraba con cada rose que daba, como ella no podía aguantar y me pedía a gritos ahogados en gemidos que la amara. 

 

12:50 pm. Tercer acto: Táctica y Estrategia.

 

Solo se encuentra ella con sus piernas abiertas, sus pezones erguidos y gemidos en mano.  Bajo su vientre esta su amante jugando amar. Su boca repleta del agua bendita que ella regala a quien la ame. Su lengua estimulando el clítoris, su fuente de placer. Ella gimiendo alborotada, a punto de tener un orgasmo, pero sus gemidos no estaba completa.  Sonreí y supe que los gemidos de ella conmigo eran completos. Que conmigo ella sudaba y hacia más que alborotarse. Sonreí porque supe que su amante solo es su amante y que yo sigo siendo su dueña. 

 

A pesar del ego y el orgullo que me levantaba el ánimo seguía llena de ira. Seguía angustiada, pero sentía más furia que nada. 12:58 pm. La incerteza vuelve a mi mente y no sé qué hare cuando la vea. El reloj no mueve sus manecillas rápido, no las mueve lento, solo mueve sus manecillas sin considerar quienes esperan su tiempo.  12:59 pm. Sigo sin saber qué hacer y solo pienso en la cara de ella, en esa cara de placer. Suspiro y tocan la puerta.

 

Era ella. Era ella con una sonrisa en la cara. La ira invade mi cuerpo solo soy marioneta de la furia que corre por mis venas. La pego a la pared con una mano en el cuello y aprieto mi mano.  Ella me mira confundida y me pide que la suelte que la estoy lastimando. Vacilé por un momento y luego ocurrió lo inexplicable. 

 

1:01 pm. La bese con tanta furia que más bien fue pasión.  Ella solo cerró sus ojos y se dejo llevar. Le hice el amor y ella se dejo amar por mí como siempre lo ha hecho. Me entrego su cuerpo y sus gemidos invadieron cada rincón de nuestro hotel.  Luego ella se quedo dormida en mi pecho, como siempre lo hace y yo en algún momento me quede dormida.

 

7:00 am. Sábado en la mañana.  Hoy es un día con cero nubes en el cielo, tibio pero con brisas. Hoy es el perfecto día para un nuevo comienzo. Equipaje listo,  velero listo, destinación desconocida.  Mientras yo navego por los siete mares, ella apenas despierta y encuentra un paquete a su lado con sus mismas palabras 'Para mi amor' y ella se verá teniendo sexo con su amante. 

 

  • Autor: Amadeus (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 6 de marzo de 2013 a las 14:13
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 87
  • Usuario favorito de este poema: El Hombre de la Rosa.
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios1

  • El Hombre de la Rosa

    Me agrada sobremanera tu esplendida forma de plasmar tus bellas letras en el genial cuento de tu portal poetico amigo Amadeus
    Saludos de afecto y amistad
    Críspulo

    • Amadeus

      Gracias camarada. Saludos de afecto y amistad para ud igual =)



    Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.