Querida Cómplice

En blanco… así empiezo y así empezamos, nos vimos, nos fuimos,

claro pero dejamos tanto en el camino.
Aquellas hojas se enferman al ver la realidad, la luna vuelve a ser cómplice
y a la vez se vuelve conciencia.
Tú luna, miras la lluvia caer y te compadeces de mi.
Te tengo envidia. Tu soledad no se refleja en los versos de los poetas
y la magia que ofreces derrite cualquier urbe corrompida.

Querida cómplice avísame si lo mío es tomado por extraños.
Las luces parpadean al son de tu venganza
y te contorneas para seducir a la locura,
los luceros de la noche  te desnudan  y pasas a ser
el objeto sexual de la interminable osadía nocturna.
Las palabras volvieron de sus vacaciones obligadas
a corromper nuestro camino, a poner piedras en nuestro cofre,
a velar por nosotros y a inquietarnos como niños de jardín.

El blanco se oscurece mientras escribo, pero tranquila,
no se torna negro. Preocúpate más si permanece en blanco.
Ahora vamos y regresamos, pero no solos. Ahora hay gente a nuestro alrededor,
nos hablan nos seducen y decaer ya no será un error.
Míranos ahora luna, mira como volvemos a caer en tu red
observa como poco a poco nuestros ojos van cayendo
y nuestras bocas empiezan su concierto, bailan al son de nuestros latidos
y a la par de nuestros sentimientos.

Querida cómplice avísame si lo mío es tomado por extraños.
No dejes que sus palabras se vuelvan polvo y mi desamor un hábito.
No dejes que los leones  se coman a la indefensa presa,
ni que la fruta se pudra por contemplarla.
El viento ya no susurra nombres, ha callado.
El frio se fue, pero el calor todavía no llega,
mi alma  ya no suspira, sino que ahora respira tranquilamente.
Admiro su fuerza, alabo su dedicación y me compadezco de su timidez.
Ahora, ¿quién es el antagonista?, ¿quién hará sufrir al otro?,
¿quién dormirá junto al árbol de cerezos?, ¿qué sonrisa nos despertara de este sueño?

Querida cómplice, avísame si lo mío es tomado por extraños.
Avísame si el roció adorna el verde en la noche
Avísame si la lluvia ha dejado de caer.
Y por favor avísame si lo mío ya no es mío…