CARTA DESDE EL CIELO

Neptuno

Todavía me parece increíble estar aquí (en el cielo) y es que es indescriptible tratar de narrar como pasó todo. Llegó tan de prisa fue inesperado realmente y es que créanme no tenía planeado que sucediera de esta manera, bueno en realidad nadie tiene pensado la manera exacta en la que va a morir, nadie, ni si quiera el más frío de los suicidas, la muerte es algo a lo que pocos queremos llegar, naturalmente nuestro instinto es el de supervivencia, así que la muerte es algo a lo que trataremos de ser esquivos en la medida de lo posible. Bien haré un poco de “memoria”, recuerdo que ya estaba cansando de padecer todo tipo de sufrimientos en lo que fue mi vida, así que había llegado a la determinación de ponerle un alto a todo esto, pero yo siempre carecía de valor para dar la iniciativa, siempre que quería suicidarme terminaba por abortar todo plan que me propusiera, por tal efecto que nunca lo llegaba a concretar. Entre melancolías y cortes en los brazos transcurrió agónicamente mi adolescencia, a veces cuando me duchaba podía vislumbrar toda secuela que dejó esa triste etapa de mi vida. Nunca llegué a tener un primer amor, como se dice nunca me enamoré realmente y quizás eso fue lo que me llevó a tal decisión, así que un lunes 31 de diciembre día en el que pocas personas permanecían en sus casas fui al sótano para tratar de encontrar algún objeto o sustancia nociva con el cual acabar con mi patética vida, lamentablemente no encontré nada que me fuera a hacer útil, bueno había uno que otro cuchillo oxidado pero ese era un método al cual siempre había rehusado, así que tuve que salir de la casa para tratar de comprar algún veneno barato antes que las tiendas comenzaran a cerrar, bueno era fin de año todo el mundo quería divertirse ese día, pero yo no tenía planes, como siempre, naturalmente ya no me afectaba eso, pero recordaba que ya tenía veinte años y en mi repertorio de vida no existía nada de lo cual me pudiera sentir orgulloso, nada absolutamente. Cuando llegué a la tienda más cercana pude comprar un veneno para ratas el mismo que me haría añicos el estomago más tarde, si lo sé quizás un corte en la yugular pudiera ser más “digno” para morir, pero de todas formas lo compré. Camino a casa (sólo habían unos pocos metros), pero raramente el camino se me hizo larguísimo, es que eran los últimos pasos que daría por mi querido vecindario, miraba las calles, los árboles y me parecían tan lejanos, como si ya me hubiera muerto anticipadamente, empecé a recordar fugazmente cada episodio de mi vida, cuando fui por primera vez al colegio, cuando tuve mi primera mascota, en fin, cosas tan triviales pero que marcan la vida de toda persona, entre esa lista, lamentablemente no había ningún beso, ninguna caricia, ni ninguna muestra de amor que haya tenido por parte de otra persona, bueno si la había tenido, pero no de la forma en la que quise, recordé tantas cosas y dije caramba porque acabar con mi vida si tengo un gran camino por recorrer, así que solté el veneno y me dispuse a llegar rápidamente a mi casa para tratar de arribar hacia una nueva vida. 2013 se especulaba que iba hacer un gran año así muy animosamente corrí hacia mi casa, cuando de repente por una milésima de segundo sólo escuché un feroz ruido, una maldita balada atravesó mi cabeza, nunca supe realmente como llegó ese misil hacia mí, quizás un robó, un asalto por fin de año, no lo sé, pero esa bala perdida se encontró con mi vida y la terminó más rápido en la que yo hubiese querido, casi no sentí nada, quizá fue más digno que tomarme ese veneno, pero bueno ahora estaba en el cielo, de repente no merecía estar aquí, pero lo estaba y era increíble cuando estás muerto puedes ver el mundo bajo tus pies y te das cuenta lo estúpidos que somos haya en la tierra, actuamos mal, nos quejamos de todo, nunca estamos conformes, pero bueno desde aquí podía ser espectador de mi propio funeral y era insólito realmente no lo podía creer había muchísimas más personas que me quería de lo que yo había pensado, así es nunca estuve solo, simplemente era una falsa percepción que siempre había tenido, al ver tanta aglomeración de gente derramando lagrimas por mi sentí una enorme pena, bueno ya no habían sufrimientos pero así lo hubiera sentido, es que aquí en el cielo el dolor no existe, pero imagine por un momento quizás si hubiera vivido más años, como hubiera sido mi vida, como hubiera sido la mujer con la que compartiría mi vejez, como hubieran sido mis hijos ¡caray! que nostalgia, hubiera sido hermoso. Tuve tantas ganar de morir, desee tanto la muerte que finalmente llegó a mis veinte años, muy joven como para llegar a la conclusión de que había sufrido demasiado, en realidad no había sufrido nada, en esos momentos tuve unos deseos inmensos de vivir, pero ya era demasiado tarde ESTABA MUERTO tan sólo era un ángel que ya descansaba en el cielo, lloré mucho y mis lagrimas cayeron como rocío al pasto, aprendí una gran lección que lamentablemente no me sirvió de nada, aprendí que la vida es un regalo fascinante que nunca debemos desaprovechar, que puede durar poco, como en mi caso, o que puede durar mucho y mientras dure ese sueño TU PUEDES SER FELIZ, así que hazlo, vive, disfruta cada segundo de la vida que yo quise hacerlo pero ya era demasiado tarde.

  • Autor: Neptuno (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 10 de febrero de 2013 a las 07:07
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 74
  • Usuario favorito de este poema: la negra rodriguez.
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Comentarios1

  • la negra rodriguez

    al ver la carta me parecio alrga pero al empezar a leer me fui introduciendo y enganchando en le tema amigo y te digo me bebi sibo a sorbo cada detalle de tu actitud, y cuando pensaba que con lo recapacitado acerca del suicidio, y que emprenderíaa una vida con positivismo, , la muetre igual te llegóp, que cosa no, que cosa te pasate la vida lamentandote de las carencias cuando en realidad nop veias que tenias amor mucho amor y tipoda una vida, quizas, el Señor te de una nueva opoe rtunidad y te de otra vida en un nuevo sser. mira me meti demasiado en tu cvarta que ya estoy esperando la seunda parte.
    besos,

    • Neptuno

      Muchísimas gracias por tomarse varios minutos para leer este escrito. Saludos desde Perú 🙂



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