Ella una dama, el un vagabundo

Jordi *

Ella una dama, el un vagabundo

La dama siempre vestida elegante

Con vestidos de mundo,

Con panties que dejan alcanzar el ente

Displicente de su sexo oculto

 

Él, vagabundo de ocultos lugares

Viste cuando puede, con harapos de libros

Y cultura obsoleta bajo el brazo,

Mira desde lejos a la dama oculto

 

La dama camina sin bragas,

Con el demonio  callejero

Siguiéndole las pisadas,

Camina la dama mostrando sus piernas largas

 

Ël, Vagabundo,  la mira de lejos,

Observa sus piernas estilizadas,

Imaginando hurtar el fruto desnudo

Oculto en su falda sin bragas

 


La dama llega a su casa, se descalza

Libera sus ropas y a su cuerpo del yugo,

Que encierra el demonio de las seis de la tarde;

La dama se tiende ardiente en deseo

 

Él, Vagabundo, la ha seguido,  a la dama,

Bronceado de libros, de erotismo puro

Su respiración se agita, sus manos ansiosas mueve,

Camina erguido, alcanzando a la dama.

 

La dama y Él, vagabundo, alcanzan el sino

En su cama, los pechos de ella se encuentran desnudos,

Su delicado torso aterciopelado reduce el espacio

De caderas y muslos

 

Él, vagabundo, explora su cuerpo de la dama,

Se recuesta a su lado, humedece su cuerpo con sus labios

Trémula la dama abandona sus espacios,

Y deja penetrar el vagabundo deseo de amores frustrados

 

Ël, vagabundo, abandona el lecho,

La venus desnuda de placeres queda,

Arboleda abandonada de sexo

Él, Vagabundo continua buscando desahogar su lava ardiente.

  • Autor: Jordi (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 31 de enero de 2013 a las 22:30
  • Categoría: Erótico
  • Lecturas: 183
  • Usuario favorito de este poema: Edwin Abimael Godinez Hernadez.
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