LOS OJOS DEL INFIERNO

Gerardo Barbera

 

LOS OJOS DEL INFIERNO

 

 

 

 

*

 

 

 

 Clarines infernales, flores negras…

las imágenes, las metáforas viven,

susurran con su aliento nocturno

hasta lograr la maldición.

¡Tengo miedo!

Lejanas tristezas de árboles muertos.

Creemos que la Bestia no existe,

o que tiene cara de serpiente sedienta,

y aparece con sus ojos  enfermos

para devorarnos lentamente.

De existir, sería oscura como el silencio,

no tendría manos, sino garras,

no viviría en un tu casa,

sino en el delirio eterno.

 


**

 

 

Sin embargo, está dentro de mi alma,

me dice cosas al oído, me invita,

me ofrece esa copa de placer sin frenos

“odia sin pasión, no le creas, ese es tu enemigo,

odia, destruye, saborea el néctar de lo ajeno”.

Las voces son olorosas como el oro,

descubrimos la luz de esa locura,

la vida es sólo nuestra,

aquí no hay lugar para el Otro,

todo gira alrededor de mi piel,

como arcoíris de primavera sin lluvias.

Nada importa el dolor ,

la frescura de esa voz nos brindará la paz,

las frutas prohibidas de  las nubes más altas ,

que se pudran las palabras sagradas,

los rostros fúnebres de los que sobran.

Mi Amo me protege con sus alas

y sus ojos son los míos para siempre.

 

 

***


¡Si supieran la verdad, no dormirían tranquilos!

La Bestia está en todas partes como el aire,

te saluda, te llama, está ahí, ¿puedes sentirla?

¿No me crees? ¿Exagero? Mira esa sombra

es una silueta azul, como los ojos de un ángel,

¿no sientes que te miran cuando duermes?

¿ahora me crees, toca la imagen en el espejo?

¿lo ves en tus ojos,  está ahí, muy dentro de ti?

No puedes ver esa "luz bella" que te llama,

dice dulcemente los secretos de tu nombre.

 

****

Yo la veo cada noche,

sus ojos están en el techo,

en el espejo del baño,

en mi computadora,

en cada suspiro oculto en la ventana.

La Bestia me acecha,

quiere entrar a mi alma,

yo resisto, rezo lo que sea,

pero tengo miedo a las fosas oscuras,

y esa “sombra” lo sabe,

conoce mis temores,

mis debilidades,

mis gustos, mis enfermedades.

Ella apaga las velas de cada rincón,

yo apenas duermo.



*****

 ¡Dios, cuánto terror!

A veces la respiración me falla,

el ladrar de aquel perro me despierta,

escucho las carcajadas de las cucarachas,

 se esconden dentro de mis zapatos,

 sé que pronto subirán a la cama,

entrarán lentamente a la intimidad de mi almohada,

hablaré solo, como siempre,

hasta que llegue la mañana.


***

***

 

 

Cuando son las tres de la madrugada

los gallos hacen silencio,

las aves miran el cielo,

cada instante de ese reloj se desvanece,

 El perfume de la Bestia se acerca,

Ella está ahí, la puedo ver,

su imagen se transforma en cuerpo,

respira cerca de la pared, sonríe,

me mira,

quiero gritar y no puedo,

no hay nadie en la casa,

estoy solo,

siento que las fuerzas me abandonan...

está aquí,

respiro su aliento.


***

****

No pude dormir ....

¡Dios, créanme, no estoy loco...!

La Bestia es esa vieja

se burla a carcajadas,

cubro mi rostro, tiemblo,

ojos que me asustan

miradas del infierno…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  • Autor: Gerardo Barbera (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 30 de enero de 2013 a las 16:40
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 148
  • Usuario favorito de este poema: claudia07.
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Comentarios1

  • claudia07

    excelente letras amigo ,abrazos



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