Por un haz de agua

omu

 

Tanta es la grandeza que contiene

la simpleza de estos cuatro nombres:

 

«La "lluvia" junto al "viento" son grato "sonido",

resaltan la voz que debe escuchar el "hombre".»

 

Tantos "hombres" caídos me contaron:

Acerca de como cae la "lluvia",

como salpica y remoja mis muertes,

y, como así mismo,

le dona el saludo a los nacimientos.

 

Acerca de: como danza agitada 

su adolescencia.

(Como aquella novia presumida en el baile,

pretendida por mancebo;

así, ella, azuzada por el "viento";

novia de mi cuerpo de "hombre",

novia de mi nostalgia,

de mi romanticismo y de mis sueños).

 

Tantos "hombres" caídos me recitaron;

sobre sus variados gestos.

El musicar de su "sonido",

grácil y lento,

fornido y vital,

pero ante todo...despierto.

 

   ***   ***

 

(I)

 

Transparente: el agua.

Inunda todos mis órganos.

Influjo de cada uno de mis sentidos.

 

El agua absorbe y refleja.

El agua transporta la vida.

 

El agua. Un tren que se impregna de estaciones,

comercia con la luz y nos dice ¡hola!.

Ella es buena anfitriona,

nos da rescoldos para el futuro.

Por educada no le falta;

el saludo de bienvenida.

 

« El agua: sustancia amplia y capaz. »

 

En su cofre, el arco iris escogió...

guardar un rayo de sol,

dejar las llaves de la lluvia.

Sellar con un "NO" el pecado original,

retener la savia, la multiplicación,

retener una fragancia que prolongándose perdura.

 

(II)

 

Si yo derramara un jarro de agua

dentro del amplio mar, (bien seguro os diría):

Ni aún buceando podría encontrar

cada una de las gotas esparcidas

en su yodo y su sal.

 

(El mar anuda. El mar afianza.

Liga los proyectos del mañana.)

 

Las gotas de agua aceptaron ser clones.

Igualmente pueden ser medidas y sopesadas;

como etéreas e indomables nubes,

o como estrellas caídas,

que optaron, hastiadas,

por omitir la suerte de dioses

y el vuelo alado de los ángeles,

que decidieron libremente atarse;

al yugo de los cuerpos y saber,

sobre, de la tierra, sus abismos y cielos,

sobre su voluminoso edén

y su precipitado infierno.

 

Si derramara un jarro de agua,

del agua, su cristal, en el ancho y profundo mar:

Los mismos minerales,

la misma transparencia haría imposible,

(por mucho que buscara), que encontrara,

cada una de las gotas

que el jarro contenía.

 

318-omu G.S. (BCN-2013)

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Comentarios2

  • Murialdo Chicaiza

    No acabé de leer el poema, pero ya se que es magnifico,,,ahora lo acabo...felicidades..., poeta.

  • El Hombre de la Rosa

    El agua es el alimento y la destrucción del hombre amigo Omu
    Un genial poema doble.
    Saludos y amistad



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