Como la herida que en la noche tiene
el despertar e imaginarte ajena
muriendo está mi corazón de pena
...y muriendo, ya ni su alma sostiene.
y aunque mi orgullo la tristeza frene
una y mil veces la misma faena
Como la herida que en la noche tiene
el despertar e imaginarte ajena
muriendo está mi corazón de pena
...y muriendo, ya ni su alma sostiene.
y aunque mi orgullo la tristeza frene
una y mil veces la misma faena
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.