Las heridas, el veneno, la ilusión
han de ahogarse en ron y morfina
he de fumarme, verde la desesperación
pues siempre hay sangre en la espina.
Pintemos las calles con nuestras voces
forajidos que han perdido el camino
dejemos huellas de sudor y cerveza
conquistemos el reino perdido.
Vivo, sin saber dónde empieza o termina la noche
bebida, tabaco, piel
vividor sublime desgraciado
ladrón de sangre, bebedor de hiel.
Si es mía, mi realidad
no la cambio, no termina
me perderé en la noche infinita
pues siempre hay sangre en la espina.
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Autor:
J.M (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 3 de enero de 2013 a las 20:58
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 58
Offline)
Comentarios1
Oh amigo, las espinas tienen esa melancolía: punzan fuerte y sangran
un agrado leerte
abrazo
ZZa
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