Testigos del Mundo... [Ensayo o Manifiesto] Es poema complementario...

PETALOS DE NOCHE


AVISO DE AUSENCIA DE PETALOS DE NOCHE
Sangre oxidada...]

 

 

 

  Cristales quebrados en el pavimento;

... pies cruzando la sangre derramada
  entre las huellas marcadas en la piel;

       los azotes del castigo del tiempo,
              a la soberana patria infecta:

          de entre pies cruzando el dolor
                     de un pedazo de tierra
             atrapado por la líquida saliva
de un momento revistiendo el silencio... 


        ... y no hay tiempo, que me haga pensarte
en el pensamiento encerrado en un razonamiento

    encontrarte desnuda de estrellas
en la vestimenta de focos apagando
          la libertad de tu piel desnuda

en la sangre-roja, revistiendo la contaminación de un recuerdo... 


... como no hay pasadizo en la carne marchita -pensándote-

otra vez atrapada en la marchita forma de conmover el cielo,

de entre el tejido desvistiendo la oscuridad, en la nubosa sonrisa
                                  de acatar las balas a un sonido inválido,

inválido como mis ojos ciegos, dejándote escapar

   allá donde escapas con el poema de las alturas,

       tibiamente cayendo, de entre el ácido encuentro
con mis ojos de noche, en la naturaleza de los pétalos
         invadiendo tu cuerpo floreciente en la muerte... 


y...   no cabe duda, seremos manos dobladas al cielo utópico,

    donde el escritor nos disparará una lágrima incandescente

       encerrando el fuego radiactivo en nuestros ojos testigos

ya cuando no sepamos de la vida de una narración imaginaria

              y creeremos ser cuerpos alados en la térmica forma
                      de permanecer escritos con sangre de héroes

                       otra vez mirando el cielo partirse
 y de ello naciendo la luz en lingotes de esperanza;

una  vez  más  Africa,  una  vez más Alemania, una vez más Japón,
una vez más Palestina, una vez más Israel, una vez más el Oriente;
una  vez  más  el  Occidente,  una vez el niño manchado de sangre,

                                            una vez más el niño manchado de Historia,

                                            una vez el niño manchado de sueños,

sueños, solamente sueños encerrados en frascos de vidrio
                        con su historia imperante tirados a un mar;

                                        donde se evaporan sus lágrimas,

                     y éstas caen en pedazos a la tierra quebrada

                                   quebrada; de un trance a la muerte,  

caen como balas, caen como el sonido de la paz,
caen como enredados desiertos de vidas en movimiento,

caen
    y caen...,
                caen
          ¡caen!
                caen...,
                         y
                          nosotros caemos,
                                               caemos,
                                                         caemos,
                  creyendo, creyendo, creyendo,

caemos-volando,

¡volamos! volamos, volamos, naciendo volamos,
volamos muriendo... 



Siempre caemos, siempre, siempre somos la obra santa de un narrador tallando sus sueños entre quebradizas libertades de otros creadores imaginarios, siendo un punto doliente entre una hoja marchita de vida, una hoja mirando su cielo azul tejerse de adoloridas miradas inocentes, cayendo como balas de un cielo metálico atrapando el grito de la vida queriendo vivir, esa pequeña vida desnuda y débil, esa vida desnutrida tocando los pedazos de cuerpos siendo tierra de esta tierra, maquinada en los mecanismos de una destrucción incorporadas en el corazón de un cerebro transformando la muerte en Arte... 





                          Jhoel Pharra...
        Perseguido por el tiempo...
La ciudad pareciera extinguirse... 

 

  • Autor: Joel Parra (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 2 de diciembre de 2012 a las 03:20
  • Comentario del autor sobre el poema: (Yo jamás he hecho buenos poemas... Pero, éste es mi mejor poema de todo los poemas mal hecho que he creado...) Y en sí, relató la realidad de lo que ahora somos, la realidad que somos manejados, somos observados con lupa, con un ojo de vidrio en aumento, nos miran desde este universo, ojos parpadeantes nos miran sujetando sus frentes desde la luz hasta el grito de la esperanza, y es tétrico pensarlos mirando con sus ojos y moviendo con sus pinceles como rasgan un pedazo del mundo, y dejan el paisaje herido de hambre, desolación, y una tierra marchita agonizando en radiación... Entre la mirada química de unos pocos tomando este planeta, para jugar al artista creando debilidades de entre la roca llamada vida, que cada vez más está llegando a ser una roca...
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 50
  • Usuarios favoritos de este poema: mercedesdembo, BlackVizard, El Hombre de la Rosa, Sophia Sea, Sara (Bar literario), nellycastell.
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