"Y Dios me hizo...para ti..."

Me creó...sí, Él me creó;

me hizo con el cabello negro azabache,

para que se enrede entre tus manos;

me hizo con estos ojos café oscuro,

para mirarte fijamente 

y decirte un silencioso y sincero te amo.

Una nariz respingada, 

para perderme en tus aromas;

me hizo con la piel morena,

para que contrastara con tu piel blanca;

me hizo con estos labios rellenos y rosados,

para que mis besos te dejaran sin aliento

y cada vez más enamorado.

Me puso dos fuertes brazos

para darte abrazos tan fuertes y cálidos, 

que quisieras quedarte siempre a mi lado;

me puso dos montes y un camino lleno de lunares,

para que los cruzaras beso a beso esperanzado.

Me puso un vientre, y aunque ya no esté tan perfecto,

tú y yo aun podemos crear juntos vida en él;

me dio también una espalda, 

para ayudarte con las cargas diarias,

un par de caderas, para que tus manos

se deleiten en tocarlas.

Un par de piernas, fuertes y bien figuradas,

por si algún día necesitamos correr de la rutina;

un par de pies, quizás no muy lindos,

pero que si se paran sobre los tuyos,

te ayudarán a mantenerlos sobre la tierra.

Me hizo inteligente y comprensiva,

para conocerte y saber

cuando estés feliz, cuando estés triste,

cuando estés molesto,

y cuando ya no quieras saber nada de mi

(pero para ser sincera,

¡espero que ese día nunca llegue!).

Me hizo de carácter fuerte, 

 para ayudarte cuando tú seas débil, 

 me hizo testaruda y luchona,

 para animarte a que salgamos adelante

 de las pruebas que enfrente se nos pongan.

Me hizo muy risueña y un poco loca, 

para sacarte muchas sonrisas,

para hacerte más livianos los días

y llenar tu vida de alegrías.

Poco a poco me moldeó, 

me hizo pasar por muchas cosas antes 

de siquiera llegar a conocerte,

para que aprendiera, 

para que cuando tú llegaras 

amor de mi vida,

supiera identificarte y valorarte.

Hoy por hoy,

se que TODO a valido la pena, 

porque le he encontrado un sentido

a la forma en que Dios me hizo,

pues me hizo pensando en ti.