Metodología del café

Eduardo Torres Isleño

Entre lo más nocturno de mi cuerpo,

en lo más felino de mi sangre, en lo terrible,

está concentrado el número del café,

con su teléfono blanco, y su sombrero gánster,

pidiendo agua en una esfera, sin saber,

nadie lo sabe, yo tampoco lo sé,

pero el número del café es dulce, como una roca.

Es sigiloso durante la oscuridad, conmigo,

más bien no es un número sino un insecto,

más bien, un soldado, o un aliado secreto.

Me acompaña el café caminando, resistiendo,

como un grueso paraguas entre murciélagos diminutos,

el café espera, con paciencia, desvaneciéndose,

aguardando mis manos mexicanas, mis ojos de sueño,

el café me conoce y es paciente,

yo tomo una taza en señal de amistad

y recojo al café de la batalla en la tierra

impongo mi bandera en lo oscuramente celeste,

mi bandera no se ve ni se percibe,

porque solo se levanta en el corazón del café

en lo amargo de mi vida terrenal,

en lo delicioso de mis días

que se parecen tanto a la mismísima lluvia.

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Comentarios2

  • Sara (Bar literario)

    por qué se parece a la lluvia???
    ahh
    tu poema
    genial

    • Eduardo Torres Isleño

      Porque la lluvia es densa, y parece infinita; las cosas deliciosas de mis días son como la lluvia.

      • Sara (Bar literario)

        son infinitas???
        y cómo logras que esas cosas lo sean???

      • Hay 4 comentarios más

      • Alessita

        ay el café ! forma parte de mi ADN también.



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