Las vueltas de la vida...

Había una vez un chico y una chica que eran muy muy amigos, se tenían mucha confianza y se querían mucho, además de estudiar en el mismo colegio. Un día el chico le dijo a la chica que ella le gustaba mucho y que no dejaba de pensar en ella, la chica le dijo que lo veía como un hermano y que no le interesaba estar con alguien. Pasaron los días y la chica comenzó alejarse bruscamente del chico, no se saludaban, no se hablaban, ni siquiera se miraban, como si no se conocieran o como si ella le tuviese miedo. La chica pensaba que esto era lo mejor para el chico y que así todo volvería ser como antes, pero esto solo empeoro para el chico porque cada vez que la veía o quería hablarle o simplemente acercarse a ella no podía y esto hacia que le doliera mucho el corazón. Pasaron los días y la chica se percata de que el chico no ha asistido a clases en varios días, se preocupa y comienza a averiguar a ver si alguien sabe de él, pero al parecer nadie sabe nada sobre él y esto hace que la chica se preocupe aún más. Su búsqueda siguió hasta encontrarse con la mejor amiga del chico que se encontraba un poco deprimida. La chica le pregunto si sabía algo del chico porque ella no sabía nada de él desde hace unos días, la mejor amiga la miro con los ojos humedecidos y le dijo que el chico había muerto. La chica queda perpleja al escuchar estas frías palabras y lo niega neciamente mientras sus ojos se llenan de lágrimas, pero la amiga del chico le confirma que este había fallecido hace un par de días de un ataque al corazón. La chica se lo negaba una y otra vez hasta que la amiga del chico le entrego un papel que él escribió antes de desvanecerse. El papel decía: “no puedo seguir viviendo así soportando este inmenso dolor en el pecho y amargura en mi garganta y sin poder estar junto a la persona que más quiero. Solo quisiera poder ver su hermoso rostro una vez más, ver el brillo en sus ojos, escuchar su voz o simplemente sentir el calor de su piel, pero creo que yo no soy tan importante en su vida como ella lo fue para mí…”. La chica al terminar de leer estallo en llanto, abrazó a la amiga del chico y le dijo: “esto es culpa mía…”