¿Qué pasará?

¿Qué pasará dentro de media hora?

Todo parece tan seguro en este instante

y hace un siglo este momento era impensable

aunque me rodean las cosas comunes de una casa

todas son pequeñas certezas entre lo incierto

las requiero como seguro en mi viaje entre supuestos.

 

Supongo que todo continuará como ahora

que no se moverá la tierra ni caerán las cosas

esos pequeños bienes que me ayudan cada día.

Hay certeza que no tenemos nada seguro

que sólo somos dueños de un pequeño control

entre objetos, carreteras y edificios

 

En realidad todo está como en expectativa

abandonados, expuestos a lo que podría ocurrir

Nos lavamos los dientes, apagamos la luz

sólo con la esperanza de que vendrá otro día

y al levantarnos de nuevo puestos los pies en el piso frío

empezamos el día del que no creamos ni un segundo.

 

Somos habitantes de la incertidumbre

ocupados entre la pregunta del origen y la del fin

acostumbrados a creer que todo está bajo control

atesorando el suspiro aliviado de lo que ya pasó

creyentes que la suma de la tranquilidad pasada

nos respalda para confiar en lo que vendrá

 

¿Qué pasará dentro de media hora?

No sabemos nada ni nada está seguro

Vamos colocando la siguiente tabla en este largo puente

y entonces caminamos uno a uno entre supuestos

Peregrinos, constructores de una gran casa de pan

con un volcán en el pecho rumbo a la eternidad.