Preguntó si la olvidaré y le dije, tirana,
de lluvia de mañana no sé pero el camino del río
donde bogaron tu amor y el mío lo recordaré.
En su imagen escribí mi vida, incorpórea
presencia intacta de musitaciones a su oído,
amor o deseo no llega el olvido,
vuelvo a dibujar sus acentos
cual pintor del Renacimiento.
Fueron doce veranos de amores tempranos,
doce sueños desde sus pies a su pelo
y entre ambos plagio de cielo.
Repasando todos a la vez recuerdo cada uno
mejor de lo que soñé.
Viví el abecedario desde el goce inicial
al goce postrero, fue mejor el último,
mejor el primero.
Al pasar la lluvia de juvenil estío
y volver el río a su agua clara
se pensaron turbios su deseo y el mío.
El adiós fue cantando romanzas de amantes,
las ilusiones emigraron bajo sol crepuscular
y fuimos náufragos en rumbos distantes......
Ahora, desde la otra orilla, mis hélices se detienen
en las hojas amarillas, gavinas al viento.
¡Qué gráfico entorno!, pertinaz garúa
monótona adormece el agua del río,
grato silencio evoca su nombre,
en mi desdoblamiento comprendo
los sauces en revolvimiento.....
Gotas del letargo que fue inundan
con dulce amargo y de olvidarla respondo,
tirana, tal vez si escampa mañana,
mientras llueva...... no sé.
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Autor:
Carlos Roman Ramirez ( Offline)
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Publicado:
3 de noviembre de 2012 a las 23:19
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas:
70
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