La rodilla es el alma

domingo.tavarone

Nada nos suce sin rastro.

 

Nada nos sucede sin rastro.

Cada una de ls horas

se posa como la ceniza de los incendios,

y una capa incuba a la otra;

la cercana,

que sin fatiga nos descubre el recuerdo,

y la primera, la de la estirpe,

que sólo puede evocar la memoria de los sueños.

 

Apenas el soplo separa la arena primera,

el índice descubre el mar oscuro,

con los ojos de pez clavados en la proa        

y la nuca ciega a los destinos y horrores que se dejan.

 

Otro aliento sutil

y la extranjería pasea por las calles de la mofa,

con alforja de plomo y cítara destemplada,

a la espera de las albas por venir.

           

Más cercanos, las yemas picantes de los dedos,

los labios cortados por el viento,

y el vapor de las bocas

en la fatiga esperanzada de heredades.

 

Cada uno de los días

se ha ido sedimentado en los pliegues

con la complicidad de un silencio amante,

hasta que el desgarro

termina por romper la noche

con un grito indomable.

 

Habrá que erguir otra vez el instante,

sobreponerse al fuego de los cartílagos

y adentrarse en el mar tenebroso

con los ojos de pez en la proa

y la nuca ciega a los horrores.

 

Por eso, Pedro, duelen las rodillas.

  • Autor: domingo.tavarone (Offline Offline)
  • Publicado: 26 de octubre de 2012 a las 22:53
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 130
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.