35 orgías

Nydshe S. Gamarra

Poeta: tu voz se presenta estremeciendo

sus treinta y 5 orgias. El pueblo que

ante reía ahora llora sus doce muertes.

Su genocida política pesca un vate dormido

dejando solamente,

su apolillado cadáver, sin ser consumido.

 

¡Levántate, ciudad santa! Levantaos del exprimidor sueño,

vence el insomnio del que pide limosna,

en vez de repartir migajas a tus pobres abandonados

dales el pan entero.

 

/Niños poetas, canten, canten como antaño

sin copiar marsellesa, sin invocar duplicada revolución

haced de la poesía: la sutil melodía

y compartirlo como el pan de cada día.

 

Trovador azul, Trovador Negro, trovador rosa

el color es lo de menos,

cuando todos tenemos un mismo fin.

Saquemos entonces, el máximo orgasmo a la poesía

complazcamos sus caprichos de mujer gestante.

 

Poeta Negro. Yo te consagro,

Tú mejor que nadie siente los azotes romanos

sobre tu lomo endemoniado.

Señores: el poeta no se hace con absurdas enseñanzas

el poeta nace y se mejora con el tiempo.

 

                     /Criaturas poéticas, alcen su voz como el vuelo mañanero

de una golondrina primaveral.

despójense de la venda suicida, quemen la ceguera…

no ignoren el llamado del miserable. ¡Despiértate Lázaro!

hoy cenare en tu  casa.

 

La voz rebelde de un rosado poeta se hace notar

parchando cada verso inútilmente. Mientras la metamorfosis negra

del azul poeta repiten sin cesar: Hay cosas más sublimes

para poetizar, hay cosas más deleitosas que enamorar a princesas.

 

Aparece mi ante penúltima orgia vital, envuelta en llamas,

marchare al infierno psíquico de aquel hombre

postrado en las sordas calles, buscare al decano Satán

para compartir una madrugada lirical,

cursare con él mi retórica,

para en vez de juzgar saber amar,

obedeciendo el consejo maestral.

 

Es así, como malditamente

EL SIMPLE POETA SE VUELVE PSICOPOETA

con el llamado de sus semejantes,

con la traición de un elegido.

 

Aparece mi última orgia vital justo cuando

me atrevo a coger por la cola a la ponzoñosa  sierpe

quien me arrojo su tósigo al dintel de mi pecho

intentado aniquilarme…pero tranquilos nunca podrá.

 

Esta será la prueba para todo aquel que juzgue este libro,

la tarea de abuelos y nietos intelectuales

haber si descubren la santa trinidad arropada en cada párrafo.

Os abierto corte la cola para que no tenga fin

escondí la cabeza para que busquen su inicio.

 

Soy el sembrador que cuida la germinación del semillero

ustedes bardos venideros los encargados de su floración,

haber si se atreven, valientes mosqueteros, a jaquear

los gritos del hermano, a complacer dicha mujer y a

nunca salirte de esta vía.

 

Autor: Nydshe Sernaque Gamarra

Libro: © La Sombra del Silencio

  • Autor: Nydshe S. Gamarra (Offline Offline)
  • Publicado: 19 de octubre de 2012 a las 20:25
  • Comentario del autor sobre el poema: Autor: Nydshe Sernaque Gamarra Libro: © La Sombra del Silencio
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 538
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