el silencio (inflexión)

anna rodriguez

El silencio llega, cae,

entra sil llamar.

cubre mi aposento y mi lecho

-¿Lo esperaba?-me pregunto.

Quizás pero no tan pronto.

 

El silencio cae,

como sombra negra 

sobre mi cuerpo quieto.

-¡Cómo pesa abrir mis párpados!

 

Las palabras y las risas han huido.

El muro del silencio es tan grande

que mata sin piedad su débil ruido.

¿¡Cómo es que no escucho

tan siquiera un paso inquieto?

 

Mi boca esta seca,

amarga como la hiel.

Quiero gritar fuerte,

que mi grito traspase

el humbral de la muerte.

-Cuan vano es mi intento.

 

Prisionero estoy

en cuatro paredes negras

La luz me niega....

no rómpe mis penumbras.

 

Oscuro es mi lecho

y oscura es la morada

en que mi mente vaga.

-¡Cómo pesa este cuerpo mio!

 

¿Dónde están todos los que estaban?

¿A dónde se fueron mis amogos,

mi familia y mis ratos?

¿Ellos se han marchado

o soy yo el que ha partido?

-Esta pregunta me inquieta.

 

Miro......

Miro hacia el pasado

pero solo veo sombras.

Miro lo que soy.....

-¡No, no es verdad!

 

Mi mente vaga por senderos falsos.

Yo soy luz, armonía, vida.

Entonces.....entonces

¿por qué el silencio?

¿Por qué las sombras?

¿Y esos fantasmas de adelante?

¿Y esos de atrás?

 

¿A dónde se han ido todos?

¿Por qué me encuentro solo?

¿Por qué este silencio negro?

Mi mente se pierde

vaga por el laberinto confuso

de mis cavilaciones.

-¡Cómo quisiera poder dormir sin pesadillas!

 

Hoy es otra vez

lo mismo que un día de otro lo es;

sin mebargo, los dias son diferentes,

pero mi otro ve, igual es....

¡siempre oscura y silenciosa!

 

Como añoro aquellos días en que iba al campo

y sentado en una banca limpia y blanca

dejaba al sol calentar mis huesos frios.

Cómo añoro los otoños,

mis paseos por el campo, 

el aire acariciando mi rostro.

 

Como añoro los inviernos frios,

sentado en mi sillón viejo,

al calor del hogar,

viendo caer la nieve blanca

sobr la calle vacía y vieja.

 

Cómo añoro al perro,

al niño y al cotorro

en que me pasaba tantos momentos gratos

al lado de mis paisanos,

gustando un buen vaso de dulce vino.

 

Parece que fué ayer,

sin embargo lo veo tan lejano,

tan perdido y borroso

como la esperanza de encontrar la luz

que ilumine mi camino.

 

El silencio negro

ha cortado mis alas blancas

llenándolas de limo

Apenas iniciaba mi algre vuelo

cuando las afiladas garras 

del ave rapaz

calleron sobre mi espalda.

 

No esperaba tan salvaje acción.

Fué tan pronta que perdí mi vuelo

y caí en un mar oscuro,

profundo como un pozo sin luz.

Y aquí estoy, solo y confundido

perdido en esta espesa niebla.

 

¿Qué ha pasado de los días bellos,

llenos de luz y de calor?

¿Qué ha pasado del colorido

del alegro campo?

Nada, las flores se han secado,

los pájaaros se han marchado

y de aquel verde prado,

solo quedan dunas y tierras secas

que crecen como gigantes hambriento

devorándolo todo.

 

La esperanza ha muerto

y mi alma se viste de luto.

Soy ya un muñeco roto

flotando en el mar bermejo.

Sus olas me mueven

de aquí para allá,

de allá para aca, 

una y otra vez sin descanso.

 

¿Tendré paz algún día?

¿Podré dormir, al fin, sin estas pesadillas

que atormentan mi reposo?

-¡Ojalá pudiera yo saberlo!

 

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  • Autor: anna rodriguez (Offline Offline)
  • Publicado: 11 de octubre de 2012 a las 22:43
  • Comentario del autor sobre el poema: Es un estado emocional por el cual pasé cuando era adolescente y descubrí que el mundo no era todo lo maravilloso que había soñado de niño.
  • Categoría: Surrealista
  • Lecturas: 97
  • Usuarios favoritos de este poema: Alejandro O. de Leon Soto, Alejandrina, DAVID FERNANDEZ FIS.
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Comentarios1

  • Alejandrina

    Muy triste , poema doloroso, descarnado ... te dejo un abrazo amiga .. Alejandrina.



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