A la deriva.

Carmen Formoso Lapido

A la deriva.

Cuando la madre la engendró,

pidió a dios fuerza para criarla,

y la tierra se unió al cielo para ayudarla,

y, cuando nació la niña tan bella,

la llamaron Vennus…

 

El padre esperaba un barón y no la aceptó,

y ella, criada en el corazón del vacío,

después de sufrir muchas ofensas,

alió su espíritu con la fuerza sin desmayo

y alcanzó la cúspide en su escalado

sin ayuda, dispuesta a apuntalar su sueño…

 

Cuando Vennus trabajaba en Enron

el mundo energético dio un vuelco,

y Vennus acabo a la deriva por Texas,

con sus posesiones más apreciadas en la mochila,

su cuchillo de mango blanco,

del mejor acero, con puño de marfil,

colgado de su cintura,

y su cuchillo de mango negro,

de acero empavonado y mango de ébano,

preparado en la bota izquierda,

y su anillo salomónico de dos triángulos cruzados,

siempre en el anular derecho…

 

Acompañada de paupérrimos ilustrados,

durmiendo bajo cualquier puente del Estado,

se entretenía debatiendo puntos de vista científicos

y los grandes secretos de Arthaphernes,

el .señor de los altos secretos,

célebre profesor de San Cipriano…

Y sonó la melodía de su celular…

Vennus fue convocada a una cita mundial

hecha por flash-mob con mucha adulación…

Cuando se acomodó en la calesa,

escuchando hablar el mandarín,

con estilo urbanita desheredado,

y mochila al hombro llena de delgatinas,

agarrando fuertemente a Milú,

y con un libro de Iam Gibson en la bolsa,

Vennus miró aquellos panfletos de las paredes,

que no entendía, manteniendo su sonrisa perenne.

 

Cuando llegase a su privado pandemónium

se vería entre un Augusto y un Clown,

sonriendo sin reír, con actitud conciliadora,

tragándose el placebo, sin jaima beduina,

con su rolex sin manecillas,

sin los Hari Krismas cerca,

habiéndolo visualizado todo

a través de un Flash-bak en media noche.

 

Cuando acabase su especial partida de ping-pong,

ella, que recuerda todas las palabras

de las Mil noches y una noche sin traducir,

ella, que recorrió cielo y tierra entre caprichos,

ella, la expresión perfecta de la belleza

símbolo de la atracción sexual,

la enloquecedora de hombres,

descansará por fin  sosegada en su morada.

 

Cuando ya está cansada de pasiones,

odios y gozos, se sienta a la orilla del mar,

en su imaginado hogar de cristal,

tumbada sobre la redondez de una peña

bajo el manto de estrellas fugaces

aguantaba el empuje de la brisa

escuchando los cantos de las sirenas

que atropellaban los ecos de las olas;

inesperadamente sonó el rugir de un trueno

que oyó también el poeta.

 

Y terminada su dosis de espera,

entre cánticos nostálgicos y recuerdos,

que hicieron sangrar su corazón desnudo.

 

Se enfunda el neopreno en la orilla del mar

para acudir a la llamada de La parca,

y antes de lanzarse a la océano grita al viento,

¡¡Good-bye!!,

y suena la melodía de su celular,

que sólo escuchó el poeta…

 

                    CFL

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Comentarios3

  • Lorenzo13

    "Cuando la madre la engendró,
    pidió a dios fuerza para criarla,
    y la tierra se unió al cielo para ayudarla,
    y, cuando nació la niña tan bella,
    la llamaron Vennus…"Poetisa Carmen,amiga,preciosas letras,que cuentan la historia de un niña llamada Vennus,que fue creciendo y buscando su propio camino,un poco triste porque se encontraba a la deriva, con muchos sueños por realizar.Una bella inspiración de sueños rotos.Excelente Domingo y que Dios siga iluminando tu camino.

    • Carmen Formoso Lapido

      Te radezco tu buena opinión. Muchas gracias Lorenzo. Un besiño.

    • la flaca

      más que excelente!!!

    • El Hombre de la Rosa

      Una bella historia plasmada en versos y prosas lindas en sentido literario.
      Bello poema
      Saludos amiga Carmen Formoso Lapido



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