El ocaso entrona sus ojos
la noche la opaca.
La casa refleja
un dorado crepúsculo
que miente.
Mas yo estoy
en lo profundo de mi cuarto
entre la oscuridad
y una lámpara opaca.
Una música suena en mis oídos
son lo ecos de las palabras nuevas
que quieren surgir.
Pero hay un hondo vacío
en el que se pierden...
y no llegan a salir.
La tarde no puede ser esquiva
a sus hora exactas cada día.
Siempre antes de la luz
hay una sombra.
Y es en este momento cuando se asoma
y la esperamos
y nos aloja.
Oigo un pífano en mis oídos
es nuevamente la música
que no canta sino suena
y cuando suena emboba
y cuando emboba lo amas.
-
Autor:
shao (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 2 de septiembre de 2012 a las 16:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 142
- Usuario favorito de este poema: andres fernandez ruiz.
Comentarios4
La soledad te hace sumirte en pensamientos y te refugias en la música que puede ser una muy buena terapia para salir .
Saludos!!
Sí, y sobre todo la música clásica, para mí 🙂 Un abrazo
:)...bien bien,,,has hecho algo que deja pensando...:)
Me alegra 🙂 y gracias. Un abrazo
sabes, te cuento algo, desde que esa vez me dijiste que no sé a quien tengo en mi face, voy borrando como a cien personas...jajaja...:D...gracias por eso...
Hay 12 comentarios más
La soledad se puede poetisar de mil maneras,la tuya me encanta.Saludos
Wou es directo y bonito lo que dices jeje . Saludos
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.