A Tamara.
Tú serás heredera universal de mis besos,
de mis sueños, de mis noches de desvelo,
de mis días sin sol.
Te heredare las caricias de mis dedos,
el calor que hay en mi cuerpo,
la razón de mi pasión.
Heredaras los secretos de mis celos,
el aroma de mi almohada
y mis tazas de café.
Ellas te dirán cuanto he amado la silueta de tu cuerpo,
lo menudo de tus pasos,
… cada lunar de tu piel.
Heredaras,
aun cuando me dejaras de amar,
el más hermoso de mis versos,
el mejor de mis sentimientos,
el último latido de mi ser.
Heredaras porque ese es mi deseo...
la espuma de las olas,
los cocuyos que iluminan Acapulco;
lo salado de su mar.
Heredaras lo único que tiene este hombre,
que se ha quedado vacío,
que no tiene techo ni hogar;
que sólo tiene tu nombre y todo el mar para soñar.
Heredaras mi corazón,
ese, ese que amas ya.
© Armando Cano.
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Autor:
Armando Cano (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 29 de julio de 2012 a las 16:29
- Categoría: Amor
- Lecturas: 67
Offline)
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