EN UN ESTADO RARO DE TI Y DE MI

rousyab

EN UN ESTADO RARO DE TI Y DE MI

 

Dejar de pensarte,

dejar de comerte,

ser tan indiferente como lo eres tú,

dejar, tan solo dejar,

pero cómo ¿me pregunto?

¿Dónde está el secreto?,

Si desde hace algunos meses,

te has metido en mis sentidos,

como el aire a mis pulmones,

es como si te necesitará para vivir.

 

En esta forma hipotética claro está,

en que proyectamos que no nos necesitamos,

yo solo como tu compañía soy,

tú solo como mi distracción eres,

quizá en ese mismo sentido hipotético supongamos,

seas algo más que el conocedor de mis recovecos,

en un estado raro de ti y de mí.

 

En ese estado raro,

en el que te beso con  el veneno vil,

de no quiero que dejes de hacerlo,

en ese estado raro,

en el que no  puedo apartar mi vista de ti,

en ese estado raro,

en el que te abrazo y te digo,

aquí me tienes soy tu hombro y tu suspiro,

o tu aliento quizá en una noche como esta,

de arduo cansancio,

después de un jornada embarazosa de vida real de la que huimos.

 

 

Quizá diciéndote todo esto,

soy como cada parte de mí,

que te dice todo sin decirte nada,

hasta mi ruido mudo te dice a gritos,

todo lo que no quieres oír,

pero que poco a poco asimilas.

 

Te lo dice mi desnudez,

que contemplas a mis espaldas en silencio,

te quedas fijamente observándome sin hacer ruido,

como si fuera una pintura que adorna tu pared,

hasta que te percibo,

de la silueta de mí, invitándote a venir,

y de la que no puedes resistirte,

del momento artístico de poesía y de matices,

que emanan de los dos haciéndonos uno mismo.

 

De la orquesta de tu respiración y de la mía,

entregando de nuestros míseros corazones,

lo poco que aún nos queda,

después de que la señora desilusión se ha hecho presente,

tantas veces en ambos.

 

En un momento de pausa,

yo reflexiva y tú a espaldas,

cuento tus lunares, me entretengo siguiéndolos,

como constelaciones en el cielo,

y luego me  interrumpes,

te volteas y me miras fijamente,

ahí comenzamos,

la pausa viene para después,

otra vez como en cuenta regresiva,

momentos van  y vienen, risas, suspiros y demás.

 

El perfume de ti me embelesa,

es como si todo lo viera en cámara lenta,

tu hablando, sonriendo, susurrando,

mientras  un sopor me recorre,

extraño, muy extraño, todo es como confuso.

 

Lo que sobra claro esta son los besos,

horas y horas de besos,

hasta llegas a besarme,

como si fuera la última vez  que lo vas a hacer,

dadas las circunstancias quizá así pudiera ser,

y en ellos está el comienzo,

de un simple y sutil beso y miradas es cuando todo empieza,

después de que ya nadie queda como testigo,

acudes a mí y todo empieza,

tus besos son los culpables,

te sabes el camino de memoria.

Sabes cómo  llegar al punto,

en que ya no puedo decirte que no,

y yo  hago que tu llegues  al punto,

en que te dejo pidiéndome cuando será próxima vez.

Una mujer tiene ese poder,

yo no sé cómo parar,

y tú no  sabes esperar a  la siguiente vez.

 

En eso tu mirada converge sutilmente,

como tomando conciencia,

despiertas, sujeto, objeto y lugar,

y  se cruza con la mía,

es ahí cuando descubro que podre tener tu cuerpo y tus besos,

 pero no tu alma,

tu no me vez como otros que me han amado me han visto,

tu mirada tiene el brillo menudo del miedo,

ese que hace que  como relámpago evada;

porque si bien la mirada es el reflejo del alma,

también es la indiscutible verdad hecha reflejo.

Podre tener tu cuerpo que incansablemente beso y beso,

a tus brazos morenos y fuertes que no puedo dejar de contemplar,

podre tenerlos quizá en instantes,

pero algo es claro, yo  no te tengo a ti.

Quizá solo seas de ti y no de nadie,

tu altanero siempre.

 

Tú tan frio como el hielo,

tanto, que tu frio me quema hasta los huesos

y otras tantas me aferra a ti como la hiedra,

quizá recordando esos instantes de sonrisas mutuas,

donde ante cualquier cosa somos cómplices del mismo mal.

 

Miente, a veces quisiera me mintieras,

porque tu indiferencia teniéndote y no, ya no la soporto, me quema.

 

 

Me quita el sueño pensar y pensar,

en esta sed que no se acaba, es insaciable la sensación de insatisfacción,

¿qué más necesito me pregunto, ¿qué más busco?,

solo algo queda claro, algo, que tu amor no,

tu amor no es lo que busco ni necesito,

solo te necesito a ti.

 

No haciendo alarde de estos momentos reflexivos

en los que algo es despejado, eso que somos tú y yo,

en el que sin lugar a dudas te analizo y analizo.

Aunque te he idealizado,

aún tengo un poco los pies en la tierra,

sé, entiendo, es más que claro.

En un estado raro de ti y de mí.

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios3

  • abygail

    hermosas letras cargadas del sentimiento mas lindo
    del sentimiento que todo lo puede,, el amor.
    un poema lleno de ese amor que se desea, que se anhela tener al lado.. esa sed insaciable de tener a esa persona amada..

    saludos...

  • joaquin Méndez

    Un bello poema lleno de amor y color.

  • Trovador de Sueños ...y realidades.

    Sublimes letras, un inmenso placer has causado a mi alma, un gusto leerlas.

    Abrazo cálido de este viejo trovador de sueños.

    • rousyab

      Gracias



    Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.