MIS SIETE MUÑECOS

Nicolas Ferreira Lamaita

                Esta es una historia real, un sueño, de un viejo artesano, que no solo escribe. También con mis inquietas manos construyo cosas. Intentando rescatar un arte, perdido en mi país. (LA VENTRILOQUIA) 

 

         MIS SIETE MUÑECOS

 

Tal cual si yo fuese el viejo Gepeto,

intenté un día, crear un muñeco,

sin ser carpintero, sin ser alfarero, 

mis manos inquietas, la obra emprendieron. 

 

Era mi deseo rescatar un arte,

la ventriloquía, perdida en el tiempo,

de épocas lejanas de titiriteros,

despertando risas de niños y abuelos.

 

Terminé el muñeco, ¡pero, lo vi solo!,

me miraba triste con sus ojos tiernos,

-ya no te preocupes le dije al momento,

el viejo Gepeto, te hará un compañero.

 

-Y así esperaremos a que venga el hada,

toque sus cabezas, su mágica vara,

alzarán sus manos, ¡ será tener alas !

y yá tendrán vida, con ellas, el habla.

 

Pasados los días de trabajo lento,

otra personita fueron construyendo

artesanas manos del viejo Gepeto, 

ya no estarás solo, tienes compañero. 

 

y juntos los puse frente a mi ventana,

mirasen la calle, la gente que pasa,

el caer de hojas sobre la vereda,

de árboles añosos, moviendo sus ramas. 

   

Mirasen las aves agitar sus alas,

sintiesen la lluvia caer en invierno,

sentir la caricia del sol tempranero,

ver atardeceres invitando al sueño.

 

Al llegar la noche, hora del retiro,

sobre un sillón viejo, yo los recostaba,

serraban sus ojos por un mecanismo,

y ansioso pensaba, ¡si llegase el hada!.

 

Tal vez necesiten, el ser femenino,

que hiciera las veces, de madre o hermana,

y otra vez, mis manos de viejo artesano,

sin medir el tiempo, horas trabajaban.

 

Les contaba cuentos de enanos risueños,

historias antiguas de añejos muñecos, 

"Pinocho" "Blanca Nieve " la "Bella durmiente"

esperando el beso que la despertara. 

 

Les conté parábolas, dieran esperanza,

mientras esperaban que llegase el hada,

del niño golpeando el cristal de una copa,

emitir sonidos, cual trinos del alba. 

 

Les conté que el niño, cambiando su juego, 

recogiendo arena limpia del sendero,

la vertió hasta el borde llenando la copa,

y al golpe del junco, sus  cantos murieron.

 

Les conté que el niño, en su descontento,

emigrada el alma del diafano seno,

tomo una flor blanca, la puso en el centro,

y en gesto de triunfo, la elevo asia el cielo.

 

Pretendida idéa de darles confianza,

en que llegaría la magia del hada,

mientras en la espera, el viejo Gepeto,

presentó a sus hijos una hermosa dama. 

 

Ya no estaba solo mi primer muñeco,

¡tenía familia!, hermano y hermana.

¿y si algún adulto se les arrimara?

tal vez algun tío, o un abuelo "tata". 

 

Ya simbiotizado con el carpintero,

robandole a veces, horas a mi sueño,

con la compañía de mis tres muñecos,

me di, a la tarea, de darles abuelo.

 

¡Creció la familia, compuesta por cuatro!,

no quise creyeran, ¿todos somos blancos?,

les di dos amigos de exquisita esencia,

supieran que existen, negros y mulatos.

 

Y así se agregaron, una morenita,

y un niñito pardo de calido encanto,

quizás, algun día formarán comparsa,

llevando alegría, a niños y ancianos. 

 

Pero algo faltaba, ¡ampliar el sexteto!

otro personaje, tal vez, por si acaso,

si el hada esperada, aun no llegara,

previendo tristezas, les traje un payaso.

 

Tengo siete hijos de madera y trapo,

de fibra de vidrio, con resina y talco,

esperando ansiosos un soplo de vida,

esperando llegue, el hada y su magia.

 

Y lancé el llamado a los cuatro vientos,

¡no quiero dinero que engrosen mis arcas!,

busco quién me ayude, formar la comparsa,

yo busco un artísta, ¡artísta con alma!.

 

Llevar alegría donde es necesario,

ahogar las tristezas, revivir las risas,

hospital de niños, hogares de ancianos,

bién se que es un sueño, de un viejo artesano, 

que unido a Gepeto, juntando sus manos,

crearon muñecos de madera y trapo,

con fibra de vidrio, con resina y talco,

esperando el hada trajese la vida a siete

      muñecos de dos artesanos.

 

                                    Nicolás Ferreira.      

 

                    

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Comentarios6

  • Nuria Madrigal

    Espectacularmente bello, Don Nico en verdad un cuento/historia que conmueve.
    Abrazitos

    • Nicolas Ferreira Lamaita

      Cuando publique el poema, el fraseo no habia quedado de mi agrado, no se si culpa mía o de la maquina, incluso no pude colocar otra foto mejor, pues no era aceptada. Luego de varios intentos, reedite y logre mejorar el fraseo. De cualquier manera, creo se entendió el mensaje. Gracias Nuria por el comentario tan dulce.
      Abrazos.

    • Trovador de Sueños ...y realidades.

      Una hermosa y sentida historia en tus siete muñecos, hermano del alma, noble sentir, el que tienes. Por eso vos, sos mi hermano del alma.

      Un fraterno abrazo.

    • Nicolas Ferreira Lamaita

      Cuando publique el poema, el fraseo no habia quedado de mi agrado, no se si culpa mía o de la maquina, incluso no pude colocar otra foto mejor, pues no era aceptada. Luego de varios intentos, reedite y logre mejorar el fraseo. De cualquier manera, creo se entendió el mensaje. Gracias Carlos, Hermano del alma por el comentario, como siempre tan amable. Un fuerte abrazo.

    • arnaiz

      Tús muñecos podrán tener el corazón de madera...
      Pero el tuyo, es puro amor hacia los demas, tienes un gran corazón cuidatelo.Un abrazo

    • Nicolas Ferreira Lamaita

      Mi querido amigo, me haces reir, gracias por el consejo. Te cuento que llevo más de tres años en este proyecto, sin pedir un solo peso y no encuentro quién se interese. ¡Mala suerte!!

    • Hugo Emilio Ocanto

      Fabuloso tu sentir y tu poema: Lo cual es una realidad personaL. MAGNÍFICO NICOLÁS. Dios quiera se concrete tu sueño. Te lo deseo de todo corazón. Qué extraño, había marcado en e lmomento que lo publicaste como favorito y no te envié comentario Una pifeada mía. De todas maneras, aquí estoy. Un abrazo, poeta: Hugo



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