La higuera y la felicidad

Con chillido penetrante de animal herido habla el viejo portón.

           Por el arenoso camino sigo mi sueño. Hay un aleteo mórbido y oscuro entre los viejos árboles...luego el círculo mágico del agua.

            El pozo está hermético plateado de luna. La higuera retorcida y gris se refleja en

su hechizo.

            24 de junio, noche de San Juan. Desde la infancia me llaman los recuerdos. A media noche la higuera dará una flor. La flor de la felicidad – Si la tomas serás feliz,

             A pesar de la oscuridad y el rumor del silencio me interno en el encantado jardín.

             Reluce esplendorosa la dorada corola. La tomo y la aprieto contra mi corazón.

             Corro por entre los árboles que quieren atraparme, no miro las blancas estatuas

de rígidas alas, ni oigo el quejumbroso chistido de los pájaros nocturnos.

              Llevo  felicidad.

              Ya en la quietud de mi lecho la deposito a mi lado sonriendo, porque es mía.

              Seré feliz.

               A la mañana, cuando el sol hiere los cristales y se disipan los sueños, veo sobre la oscura colcha un montoncito brillante. Polvo de estrellas...

                Polvo de sueños...el mágico instante de la felicidad.        

                                                                                                     Ma. Julia.