INSEGURIDAD
Caminaba solo, haciendo ejercicio,
estirando un poco, mis piernas de viejo,
y en la encrusijada de las cuatro esquinas,
giré mi cabeza, a los cuatro vientos.
Me quedé observando, asombrado, tenso,
y en la perspectiva desde las esquinas,
solo se apreciaban barreras de hierro.
¡ ya no hay jardines, ni flores ni setos !.
Que tristes las rejas de Montevideo,
falsas protecciones de seres honestos,
que buscando amparo detrás de unos hierros,
sienten vulnerados, todos sus derechos.
Me quedé pensando, solo y en silenccio,
si al menos pintasen con vivos colores,
no fuesen tan grises, marrones o negros,
esas tristes rejas, de rigidos hierros.
Següí caminando, observando, atento,
me detuve un rato, y pensé un momento,
si no hubiese rejas que oculten jardines,
no parecería, un barrio de presos.
Camino de vuelta, ansiando el regreso,
vi mi casa libre de rejas de hierro,
sin perros que cuiden posibles saqueos,
sin las sensaciones de ser carcelero.
Nunca pondré rejas. rodeando mi casa,
¿ soy un delincuente ? ¿ por que e de estar preso ?
¿ acaso las rejas evitarán el robo, velarán mi sueño
¡ si al salir de casa, hoy no se si vuelvo.
Esos cuatro metros, que son el retiro,
son la libertad de mi esparcimiento,
en ellos yo busco, frescor del verano,
en ellos me abriga el sol del invierno.
Si rejas pusiese al frente de casa,
no solo sería de mi feudo un preso,
me convertiría en mi carcelero,
al tener las llaves, del portón de acceso.
E nacido libre, y así morir quiero
si pusiese rejas, me faltará el aire,
detras de las rejas, van los delincuentes,
y por que no acaso, tambien el gobierno.
Aquel que dijere, falta de respeto,
¡ INDIGNACIÓN ! les digo, eso es lo que siento,
hacia quien apaña, con leyes muy blandas,
protejiendo votos, también el dinero.
Yo, no pondré rejas rodeando mi casa,
y no seré preso, ni mi carcelero.
e nacido libre y así morir quiero,
por eso, no digan que falté el respeto.
Tristes son las rejas de Montevideo,
falsas protecciones de seres honestos,
que buscando amparo detrás de unos hierros,
sienten vulnerados todos sus derechos.
Por Dios, hagan algo, Señores Gobierno,
no dejen sigamos, vivir este infierno,
quiero oir campanas, que toquen a gloria,
no quiero campanas, que toquen a muerto.
Tristes son las rejas de Montevideo,
falsas protecciones de seres honestos.
- Nicolás Ferreira.
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Autor:
Nicolas Ferreira (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 23 de junio de 2012 a las 06:57
- Comentario del autor sobre el poema: LA INSEGURIDAD CAMPEA LIBREMENTE POR MUCHAS CIUDADES DE NUESTRA AMERICA, EL CONSUMO DE DROGAS, EL GRAN CONSUMISMO PROPAGANDEADO POR LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN QUE AFECTA LOS DEBILES CEREBROS DE AQUELLOS QUE NI SABEN NI PIENSAN QUE LAS COSAS QUE SE DESEAN, SE OBTIENEN CON EL TRABAJO HONESTO.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 192
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor, DAVID FERNANDEZ FIS, ☼ G U E R R E R O ☼, Hugo Emilio Ocanto, joaquin Méndez, monique ele.
Offline)
Comentarios3
Excelente! un poema que denuncia la angustia del pueblo.
Abrazitos
Gracias Nuria por tu comentario. En tu poema MORADA, pintaste un paisaje hermoso, sutil, lleno de colores, en el cual se vive alegriía. Yo, en cambio, pinté o intenté, un paisaje de tristeza, verguenza, angustias, las angustias que vivimos los honestos.
Gracias por recomendar el poema.
Abrazos.
Gracias amiga Nuria por pedir en el muro la lectura de este tremendo escrito,ya suman muchos los paises que estan en las mismas o peores condiciones y da pena y da rabia y da verguenza,algun dia esos gobernantes daran cuenta a la historia,esplendido escrito amigo poeta Nicolas y le apoyo con todo el corazon y la vida,un gran abrazo amigo
Gracias, desde ya quiero llamarte Amigo David. Lamentablemente es lo que vivimos, inmersos en una inseguridad absoluta, ante la pasividad de quienes nos gobiernan.
Gracias por tu comentario y apoyo.
Un fuerte abrazo, desde Montevideo Uruguay.
Palabras tan ciertas como el agua cristalina que la grita un alma que se siente libre ¿Qué hacen las rejas? Solo estropear el paisaje de la naturaleza
quiero oir campanas, que toquen a gloria,
no quiero campanas, que toquen a muerto.
Tristes son las rejas de Montevideo,
falsas protecciones de seres honestos.
Gracias Linda: tu dulce comentario alegra mi alma, quiero decirte que aparte de las letras, como tú soy artesano.
Gracias nuevamente y te envío un muy cariñoso saludo
desde Montevideo Uruguay.
Nicolas.
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