Tus manos son como unos rieles,
Acero que proyecta el horizonte,
En ellos tu ausencia ya no duele,
Allí mi vida va, como polizonte.
Tus manos, siempre tus manos,
Despierto en ellas, en sus dactilares,
No existe día que marche en vano,
Tampoco distancia entre los mares.
Allí estoy, en tus manos, ¡mírame!
Soy yo, ahí dentro de tu pulso,
Como un Dios enamorado ¡infame!
Que para él te creó y su divinidad expuso.
Aquel día toqué tu mano, allí me quedé,
Exponiendo los huesos de mi alma,
Exponiendo el alma de mis huesos destiné,
Hoy mi alma, mis huesos hayan calma.
En tus manos…
LRL
20-6-2012
-
Autor:
Leandro Rodríguez Linárez (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 20 de junio de 2012 a las 15:40
- Categoría: Amor
- Lecturas: 27
Offline)
Comentarios2
Bello poeta, lleva tu sello!!! 🙂
🙂 gracias alma.... siempre tu!
Realmente exquisito. Un gran trabajo el de tus letras hoy,
Un enorme gusto leerte.
Saludos...!!!
Caramba carlos agradecido... que gentil eres en tus comentarios! Gracias!
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.