“No es sòlo un sueño”

brunobernuy

Era hace una vez, en un pueblo lejano

que vivìa una hermosa y tìmida doncella.

Era tanta la belleza de su ser que todo

caballero, forastero o plebeyo existente

anhelaba su mano y su infinito encanto.

Pero ella no era sòlo una màscara de oro,

ella era mucho màs. En su juvenil pecho

guardaba un sentimiento inconmensurable,

un fuego divino capaz de dar el mayor de

todos los santos dones, una fuerza natural

que tiende a despejar un cielo enfadado,

una luz multicolor que ni Aurora ni Iris

podrìan emanar asì estuviesen juntas.

Todos sonreìan al verla pasar por la mayor

de las plazas, cuando se dirigìa al lago,

pasando por el bosque. Todo humano,

animal o viviente cualquiera no podìa

evitar esa grata sensaciòn de paz que

su sonrisa y su mirada inspiraban.

 

Adoraba la esplendida jovencita pasear

por la rivera del lago, cuando las voces

tumultuosas no se mostraban todavìa

ante los primeros rayos. Sòlo ella y su

amada naturaleza: la tranquilidad de

aquel manto extenso, azul y cristalino,

sìmbolo de pureza y renovaciòn, el

canto matutino de los tiernos y pequeños 

volàtiles adornaban su paso firme y

sereno, y ella, ella era la imagen que

podìa facilmente resumir el idìlico y

utòpico paisaje que, era parte de ella.

 

¿Còmo describirla? Todavìa la recuerdo,

como si la hubiese visto sòlo ayer.

Recuerdo sus ojos negros, fijos y sinceros

junto a una lluvia de estrellas en una

noche de luna llena y serena.

Recuerdo su pelo largo, oscuro y brillante

junto a la imponente cascada que nutrìa

al lago dando vida en su gorgoteo a

màs de una enramada.

Recuerdo su rostro, su piel suave, lozana

y nivea, su boca bendita y sus labios

carnosos y sensuales, como fresas frescas,

rojas y maduras, frutos de una

interminable pasiòn.

Recuerdo su forma perfecta, en cada

detalle, como si la mano del genio del

Renacimiento hubiese superado los

limites del tiempo sòlo para dejar en

claro cual es la verdadera Alegrìa.

 

Sì, asì era ella, asì ella es. Yo que la

he visto y conocido lo puedo

asegurar. Ella es bondad infinita,

demasiada tal vez para este

u otro mundo. Ella tiene alas que

otros no pueden ver ni entender,

por eso puede alzar el vuelo y

descansar en las altas nubes, o en

una isla desierta y paradisiaca,

o en un bosque màgico y misterioso,

medieval, o en un futuro màs grande,

libre y mejor que, nadie quiere o puede

imaginar. Ella està ahì, como yo,

mirando al cielo del Sol, de dìa

y de noche, cuando la turba

voraz y veloz se pierde un instante,

ella mira al cielo y cierra los ojos.

 

Yo los abro de nuevo y en la

oscuridad de mi cuarto repito

en silencio: “No es sòlo un

sueño”

  • Autor: zombeca (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 15 de junio de 2012 a las 10:28
  • Categoría: Fábula
  • Lecturas: 100
  • Usuario favorito de este poema: Rocío V-P..
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Comentarios1

  • RUBIEL ANDRES ESCUDERO B

    facinanata a imaginacion d etu corazon como s e convierte el amor en tu corazon feliictaciones amigo desde mi patria colombia

    • brunobernuy

      muy agradecido Rubiel



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