Natural

jonathanbenavente




Comparto con las piedras una paciencia determinante,
comparto con los vientos una sed de abertales,
comparto con las lluvias una sonrisa, con los cauces,
y losmotivos choclean sobre los charcos agachados.
Cuántas verdades pueden caben en mi pequeña cabeza,
no es mas grande que un coco*, ni su grito ataja el monte,
ni su fantasía atrae libélulas y luciernagas,
sino realiza ejemplos de complejidad.
cuanta virtud carezco es cuanta alegría me sostiene,
ser calmoso, enmudecido, por las nubes del sueño.
Toco la punta a una bandera y, flameando, saludo
a las especies silvestres, a los campos silvestres

que, a manos llenas, el cielo muy celeste encofra.
Mis pasos no justifican este deseo loco por recorrer
el mundo, esferoidal quimera en un hueso de manzana,
no soy vagabunbo de ningun camino verdadero,
pero mi guitarra aprendió esta canción en otro pueblo:
Naranjas lavadas en el arroyo,
rosicler maquillando el cielo altivo.
Eso eres, un deseo conservado cuatro noches,
un luna llena donde veo mi alegría nocturna.
Voy metido en mis pantalos viejos como un errante
ángel buscando su alas por el mundo subceleste,
Oh, ellas se han ido en fragmentos allá lejos, al olvido,
a la página pasada que el viento travieso a corrido,
y que ahora -el muy irresponsable- sacude la ventana
sin pestillo. Albores se levantan a mis pies,
mi piel es puro heno a rastras por el viento hacia el oeste,
en mi vida hubieron lunas teñidas al pincel del recuerdo,
y por eso ahora canto, con una lunática inspiración,
Cuelgo mis anzuelos en las olas profundas
esperando pescar el animal dorado que conceda
tres deseos a estos ojos incrédulos que vienen
en estribillos , canturreando con los gorriones,
cubierto en los fresnos, alisos y cipreses,
Y una sobriedad me embriaga los sentidos con sed
de regiones altas, para lo que cierro los párpados
bien cerrados, así es más rico, menos mío,
más canción, que ahora canta tambien el sol.
Indudablemente los forrajes son una fiesta
cuando crecen entre ellos un único suncho,
que no la coma el carnero, hambriento tragaldabas,
cortala para tu pelo, has con ella un sueño grato,
si mañana vienes en vida, sin hoy te quedas en sueño,
mis ojos se quedaron junto a tu sonrisa
para vigilarla como se vigila un nido, y tus rubores
secretos, esos que ingoran los atardecidos vientos,
sacralizan este milagro entre nuestros pechos.
Duerme, apaga esa aura tuya que no me deja ver el cielo,
apaga esa estrella furtiva que no me deja ver tu estrella,
y jugemos a ser Adan y Eva, y jugemos a ser Petrarca
y Laura, Marco Antonio y Cleopatra de la Lima mía.
Tienes un florilegio para guardar amores, tienes una
nueva melodía sedienta de una estrofilla, surges
en verdes vegetaciones, espigada y santa,
Quedas junto a mi pecho marcando el paso a mis latidos
con un gesto coqueto, y eso significa amor
entre nosostros, arboles rojizos en la constelacion
de sagitario, en el viejo embarcadero dos botes
que a tumos... Conoces donde se esconden nuestras
alegrías luego de ser gozadas entre nosostros,
allá vuelan tras las puertas doradas del horizonte
y colonizan una región abierta a los enamorados.
Crees que soy inocente por mostrarte mis cartas
de tarot, soy yo el animal dorado que a mordido
el anzuelo, soy yo la canción que proviene de otro universo,
pero si tu eres el anzuelo, ¿no es mi inocencia
la más bella virtud concedida por el sagrado orden divino?
Nuestra salvedad es aquella que presumen las
aves migratorias con barriga color manzana ,
nuestra pasión tiene color de la tormenta estelar.
Su majestad, has cortado los párpados a las corolas
y vertiste el nectar puro de abril a nuestras pasionarias,
Una catástrofe reluciente inundo nuestro pueblo
lavando los acres rincores, limpiando las
arrugadas esperanzas y las gafas a los abuelos.
El genocidio de los ángeles fue una tamaña
conflagracion cuando dormías a mi lado prometiéndome
un nuevo cielo la próxima mañana, y yo
pensé que era anaranjado o purpura lo que goteaba
en tus labios, tan rojos, como el gemido elevado,
las oronjas brotaron tras la lluvia y fueron tocadas
por los niños lustrabotas, ten cuidado con tu vestido
que el viento viene haciendolo bailar son tu cuerpo,
Abajo, muy abajo del cielo exite un Eden para dos
personas solamente y tu te niegas a darle crédito a mi
aseveración, o provengo del cuento que leíste
antaño, Tommy Bang u Oliver Twist
Los dos juntitos, junto al cielo, la ciudad
hace su calco en la lejanía ruidosa, aqui podemos
amarnos sin previo amiso, cuando las caricias
desbordan, un nuevo diluvio nos lleva en su arca,
como amarrados a la llovizna, tu corazon y el mío palpitan,
esta noche has esctrito tu nombre en mi huesos
dormiste sobre las zarzamoras y eras casi un angel,
casi una gota de lluvia columpiándose en un abeto.
Nosotros conocemos la cosquilla en la oscuridad,
conocemos todos los derrumbes provocados por
unas caricias, en la marea alta de tu espalda,
se han ancaldo mis ganas locas por hacerte mi alma.

 

 

  • Autor: jonathanbenavente (Offline Offline)
  • Publicado: 7 de junio de 2012 a las 22:15
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 92
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