Amor en Días de Lluvia - Novela - (1er Capítulo)

Erase una noche como tantas, donde la luna escondía su brillo de los ojos ajenos y daba paso a un manto de nubes grises, trayendo consigo, los encantos de la lluvia. En un rincón de la cuidad, tranquila y silenciosa, se encontraban una joven pareja, el se llama Donato y ella, Esperanza. Dos personas decididas a pasar un momento a solas en el departamento de él. Donato, cortejo a la dama con una cena romántica, buena música y algo que beber. Corrían las horas y la noche parecía nunca acabar, entre risas y palabras, un cruce de miradas pronuncio el silencio, y dijo más que mil palabras. El, tímido, pero decidido tomo de su mano y sin titubeo alguno, la beso en la boca, y ella se aferro a él. Ambos se pusieron de pie, locos y desenfrenados comienzan un viaje de pocos minutos, desordenando todo a su paso, hasta llegar a su habitación. Sentían que el mundo se acaba, y lo único que sentían era la lluvia golpear su ventana, y un ambiente rodeado de pasión, besándose así bien abrazados, y de a poquito quitándose la ropa uno de otro. Caricias iban y venían, y con sus besos se devolvían el aliento, uno arriba del otro, amándose en la comodidad de unas sabanas de seda, pareciera dormir en una nube. Suave, lento y sin prisa, la pasión se ve en sus ojos, esos susurros al oído cambiando de posición, el calor en sus cuerpos se empieza a notar, un movimiento lento, y llega el primer suspiro. Luego de ese momento, que fue solo suyo, rendidos al placer pero satisfechos al fin, mirándola a los ojos le dice : “luces encantadora”. Ella, lo besa en la mejilla y le dijo: “te quiero”. Con esta frase concluyo su momento, viendo la lluvia caer por la venta, a los pocos minutos, sin darse cuenta, ambos se duermen. Ya había amanecido, y el día estaba nublado y húmedo, el se despierta algo tarde y se encuentra solo en la cama donde había dormido con Esperanza, el se pregunta donde estará? , casi desnudo se levanta de la cama y camina por el departamento buscándola hasta llegar a la cocina , y ahí estaba ella, cubriendo la figura de su cuerpo con la camisa blanca que el vestía la noche anterior, simples sonrisas tornaron la mañana cálida, aunque el clima dijera lo contrario. Tras una larga noche donde ambos se habían entregado en cuerpo y alma, la rutina no se hacía esperar, y cada cual debía partir a su trabajado. El por su lado y ella por el suyo. Deseosos los 2 por volverse a ver se despiden con un beso que no dura más de unos segundos.

Eran las 5pm y el estaba en su trabajo realizando unos informes, y pensando en ella, en lo que había pasado anoche, estaba feliz. Pero quién diría que su felicidad duraría poco. Ansioso esperaba que sea hora de salir para poder ver a Esperanza, había pasado una hora y algunos minutos, y en el noticiero de las 6pm anuncian la muerte de una joven muchacha de 28 años llamada Esperanza, había sufrido un accidente automovilístico y había muerto al instante… si era su esperanza. El impotente y aun sin poder creer lo que estaba pasando, buscaba mil razones para comprender que esa persona no era ella, pero no encontró ninguna. Esas pequeñas lagrimas rellenas de tanto dolor y sufrimiento de saber que había perdido a la mujer que amaba y nunca pudo decírselo, caían por su mejilla. Como una bestia ensordecida agarro su abrigo y salió corriendo al hospital donde sería llevado su cuerpo. A los pocos minutos llega al hospital y pide ver el cuerpo, no se iría de ahí hasta ver el cuerpo de Esperanza, el forense le pide a Donato que lo acompañe a la morgue para ver el cuerpo. Lenta y cuidadosamente el forense abre la bolsa donde dormía el cadáver. Era ella, si era ella. Fueron tantas las lagrimas y los gritos de Donato que las gotas de lluvia que empezaron a caer en ese momento no llegaron a ser tantas, y así se mantuvo toda la noche. Sólo en su departamento, buscando consuelo en alguien o algo, sólo lo acompañaba la soledad, y la melodía de la lluvia tocar su ventana, su techo. Paso la noche en vela, a oscuras en un rincón de su cuanto con una botella de ron y unos cigarrillos baratos, pensaba en ella, solo en ella, aun en el estado de ebriedad que estaba, pensaba en ella. Pensaba en los pocos momentos que compartieron juntos, que la amaba y nunca tuvo el coraje de decírselo, que cobarde, nunca se lo dijo y ahora ya es tarde, ya fue. Pero ese sentimiento era verdadero, era sincero como cuando le decía que el estaría con ella hasta el final, la acompañaría a donde ella fuese, y así fue. Después del entierro de Esperanza, donde el se hizo presente, dejándole un puñado de rosas, una carta donde le expresaba su amor, y una pequeña cajita que guardaba dentro, un anillo de compromiso. Caminando lentamente se va despidiendo de ella, bueno, en realidad no era una despedida sino un “hasta pronto”. Si… un buen comienzo tiene un trágico final, pero el no lo veía así. Cumplió su promesa de estar con ella hasta el final, solo lo hizo por ella, para estar con ella. Si, Donato busco su muerte, pero antes de hacerlo dejo una nota escrita la cual sería publicada en todos los noticieros, la nota que escribió antes de partir decía: “No dejes que cambie mi corazón, mantenme separado de los planes que ellos persiguen...Y a mí, a mi no me importa el dolor, no me importa la violenta lluvia, sé que puedo aguantar porque creo en ti, y hago esto para estar contigo mi querida Esperanza, solo esperame con los brazos abiertos”. Solo lo hizo por ella, para estar con ella y cumplir su promesa. Y seguro se preguntan porque dejos rosas, una carta y un anillo de compromiso en su cruz, es simple, le demostró su amor de la manera más simple. En su carta le declaraba todo su amor, y las ansiosas ganas de casarse con ella, aun en la eternidad.