¿De adonde saldrán las penas?

Yo no sé que huele más, si el nardo o la azucena,

 pero sé que duele más, un corazón con mil penas

Mi  corazón va penando y en él no existen  fragancias

y sólo en ti vive pensando sabiéndote en la distancia.

 

Soy cual reo que inocente, ha de cumplir su condena,

y lo castiga el destino, por una mujer ajena

Que culpa he tenido yo, si sólo sé dar amor

y tú me has correspondido y lo vivimos los dos.

 

¿De adónde saldrán las penas que martirizan el alma?,

y nos enferman a muerte cuando perdemos la calma

Yo he vivido la agonía de no tenerte a mi lado,

y maldigo hasta mi suerte por la forma que ha jugado.

 

Ha sido mala conmigo, sabiéndome enamorado

de la mujer que por siempre en mi vida yo he soñado

Y a ti, que la imprudencia del tiempo te quiere alejar de mí,

no des tu brazo a torcer, que contigo soy feliz.

 

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José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita