Ocultas claves para la memoria.

Juarez

En cada palmo de tu piel estoy,

yo me quedo en la orilla y corro por la costa,

caigo inerte a tus pasos

y me destrozo el pecho entre los riscos

sangro queriendo encontrar tu aroma.

Como bestia salvaje vienes en busca del rojo néctar.

Tengo un pacto trazado con la muerte:

hasta saciarte.

Le pongo el pecho a la distancia

no aparto los cuchillos

me siento culpable

y homicida.

Repito mis miedos

no renuncio a lo vivido

masacre de besos prohibidos,

te veo inerte inocente y desnuda

descubriendo contigo

el único misterio repetible.

Desnuda,

                sola,

                       indefensa,

a los latidos del nacimiento.

Quietud interrumpida

temblando por tus ojos

buscando en los desechos del olvido

remembranzas de lo vivido.

Quiero que un diecinueve de mayo

me invites a pasar a tu alcoba

y desnudos descubramos la mañana

yo en tu pecho

tu en mi ser,

se agotaran así las ganas de vivir.

Las calles serán las mismas para entonces

afuera se acabara el mundo

y al despertar,

preparas la piel,

el corazón

las ganas de vivir.

Quiero medir la tierra con tu espalda,

quiero sembrarte aquí,

donde te vivo,

donde grito tu nombre

y responde el silencio

donde no duermo,

porque me faltas.

La  oscuridad tiene tu olor,

cierra los ojos

toca mi cara.

Perdona al porvenir

inocente delirio de versos

vuelo insaciable de sexos.

Sálvalo en la memoria de tus manos.

Me he visto clavándole los ojos

buscándole el corazón por todas partes.

Puedes venir descalza,

con los ojos cerrados.

Yo estaré en cada futuro

caliente y húmedo como la tierra. 

  • Autor: José Ángel Muñoz (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 19 de marzo de 2012 a las 15:19
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 24
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