Los recuerdos se unen a una mente,
náufragos de mar y aire.
Sus colmillos destrozan las neuronas
y crean como hormigas un nido de fantasías.
Dos cuerpos abrazados, perfecta combinación:
carne y sangre mutan en pasión.
Buscan sus labios titubeantes
mientras las estrellas mueren entre las nubes errantes.
El toma su mano, busca su destino,
ella con sus dedos calma su alivio
de su corazón herido que el tiempo dejó
él en su pecho desangrado de amor.
Ahora las olas rompen sus miradas.
Ella lo espera entre la niebla blanca,
descalza se desliza entre los hilos de su nombre.
El anhela tenerla colmada de ilusiones.
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Autor:
Arturo Enriquez (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 16 de marzo de 2012 a las 16:18
- Categoría: Triste
- Lecturas: 72
- Usuario favorito de este poema: clonariel.
Offline)
Comentarios3
Ella y el ,triste despedida.
Besos
Me encanto tu forma de expresarte
dos mundos diferentes y cercanos en un fin
que estes bien lindo poerma
Este poema es brillante. Con sano atrevimiento yo lo llamaría "más allá del romanticismo" Esa es la sensación que me brinda tan maravillosa presentación. Gracias
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