UN ERROR Y DOS MENTIRAS

Pedro Jorge

Existen demasiadas cosas que a veces los días nunca saben, pero que con el paso del tiempo, los años te abren la falsa ilusión creada. No podía en aquellos entonces pedir un más o un menos en lo que según mi estupidez era una corriente densa de amor que me era brindada por una mujer que del rincón de mis recuerdos nunca podré sacar, y no porque sea digna de mi evocación constante, sino porque en mi alma marcó con sus sucias falsedades una cicatriz que día a día entorpece la nitidez de mi corazón; en mi tonta imaginación soñaba con un amor de toda la vida, ¡qué caray!... ilusiones típicas de los cuentos infantiles, y es que parecía ser aquel un cariño de verdad, que bien disfrazó su porte de sinceridad que encerraba a una despiadada criatura incapaz de percibir o tener el mínimo de sinceridad, ¡qué tonto!...¡qué estúpido!... ¡qué imbécil!..., un error y equivocación total de mi yerto ser.

 

Y, ¡sí!, ¡eso fue!, mi desatinado fue enamorarme y amarla más de lo debido, me dejé llevar por el aire de ternura que de sus encantadores ojos y suculentos labios brotaba, con su implacable papel de concubina amorosa se adueñó de mi voluntad, quedando así mí libertad prisionera y a merced de su cruel afán por destruir un corazón que por tanto tiempo le había abrigado y protegido de las adversidades de la vida, pero así suelen ser los pagos por el amor.

 

Sentí un vacío inmenso y oscuro cuando mis ojos se abrieron y desperté de un sueño utópico que había creado yo mismo y que al final me causó el más grande dolor. Pero… ¿qué hice mal para que me pagase con algo tan bajo?-preguntaba, tratando de encontrar una posible respuesta para justificar su acto tan malévolo -… ¡es una h… d p…!- pensaba, con una rabia creciente y con un montón de penas clavadas en mi aturdido pecho. Pronto el alarde de un golpe sentimental cesó, no tenía otro sendero que el del olvido y la resignación que tanto bien hacen, en otras circunstancias quizás ese engaño hubiese sido no tan pesaroso y fácil de evadir, pero era un doblete de mentiras, no se puede pasar desapercibido que una mujer a la que amas y un “amigo” al que estimas, han hecho de ti un juguete caro que viene pagado por el alto precio de la traición.

  • Autor: De los Santos Lara (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 26 de febrero de 2012 a las 15:42
  • Comentario del autor sobre el poema: Experiencia no personal, hecha a petición... :)
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 95
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.