Cabalga la fiebre noctámbula
entre las telarañas de mi cabeza chiflada.
Se ahorca el verso que no es primoroso
y la ambigüedad de no saber quiénes somos
pese a habernos conocido y disfrutado
desde nuestro nacimiento.
Cuarenta grados de dolencia y ardor:
moquear indigencia, gastar ingravidez de lejanía
y continuar moqueando, ya que es fácil hacerlo
cuando la noche vocea pruebas de poluciones
que nunca podremos disfrutar
a causa de los temores humanos.
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Autor:
Alexander Vórtice (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 26 de febrero de 2012 a las 14:19
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 126
- Usuario favorito de este poema: Genevieve_Moon.
Offline)
Comentarios5
Con ese tinte surrealista que le das a tu poema, no dejas de ocultar una profunda tristeza, con matices esixtencialistas. Muy logrado tu poema y muy expresivo.
Un abrazo.
El Poeta del Amor
Muchas gracias, Andrés. Un placer para mí tus palabras.
Abrazo.
Cabalga la fiebre noctámbula
entre las telarañas de mi cabeza chiflada...
Bueno, creo que debes agradecerle a esa tremenda gripe que te ha dado, este poema surrealista es excelente, no solo usas imágenes geniales, le das paso a la auto-reflexión humana, me encanto...
Un abrazo...
Muchas gracias, amiga Genevieve, de los virus
también se puede sacar poesía.
Abrazo.
Muchas gracias, amiga Eli. Bendiciones!
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