CARNAVALES

carminha nieves



Llegando los carnavales, quien no quería volver atrás y pasarlo bien como lo hicimos.
Todo ha cambiado, hoy quitando algunas tradiciones, poco queda, da la impresión, que vivimos en otro planeta, que la sonrisa y carcajadas, son distintas, ¿para donde fueran las juergas, las pandillas, la alegría genuina de la juventud?
¡Mi Madre, cuanto miedo tenia de los cigarrones! En mi Tierra lo he pasado de maravilla, pero nunca los carnavales, solo un día, porque tenía mi vida en otra Tierra.
En Orense, algunos años estuve en la batalla de las flores, desde el balcón del hotel Roma, miraba fascinada, la calle y los coches, con sus colores, era precioso. Hoy ni el hotel existe, ni sé si el liceo, aun resiste. ¡Tantos bailes! Yo Maribel Cid y la hermana, hasta las seis de la mañana, bailábamos y cuando salíamos, quedábamos sentadas en las escaleras de la Iglesia, esperando por la hora de la misa. Quedaba sola en el hotel, mientras mi Padre iba a Oviedo, quince años tenía, el director del hotel quedaba encargado de velar por mí. Que distinto es ahora tener esa edad, era una mujercita, responsable, andaba de compras sola, por Orense, como una adulta, hoy no estoy segura que las de ahora hicieran o tendrían el saber estar y ser como yo.
Tiempos, que no volverán, tiempos que no se olvidan, los echo de menos, cuanto daría para volver a vivir lo que he vivido del bueno que tuve. Cierto que también pasaran cosas malas, que he llorado, que he sufrido, por enfermedades y disgustos, pero, el bueno los recompensa.
Un poco triste, por haber sabido que alguien que tengo por amiga está un poco enferma, no sabiendo lo que tiene, rezo por ella. Es de las personas que no merecen nada de mal, buena, amiga, inteligente y lista para dar un bueno consejo, estoy preocupada, pues la distancia es grande y no puedo ir a visitarla.
Era feliz, si pudiera, como que por magia, ir a todos los sitios, donde tengo un poco de mi corazon y estar junto a ellos.
Carnavales, ya no me dicen nada, gente desnuda la veo en la calle, imitaciones baratas de Brasil, una tristeza.
El circo, los cortejos, sencillos, hechos con la plata de la casa, disfraces, con ropa vieja, era una ilusión, hoy se compra y listo, no da la ansiedad ni tiene el valor de antes. Miles de bolsitas, rellenas de arena o harina, para acertar en los chicos en los cines, era una confusión, sin serlo, era la juerga, era nuestro lado de infancia, que salía de dentro, para coger aire.
Me pregunto para qué el disfraz, si es lo que somos, haciendo de cuenta que estamos bien, si estamos todos preocupados, disfrazados de felices y que somos alegres.
Ni todos piensan como yo, hacen bien, no arreglo nada en ser así, pero, no me hice, no elegí, mi manera de ser.
Que los que puedan, por lo menos por tres días, olviden, el mañana y que a su manera vivan en plenitud su Carnaval.
Oporto, 17 de Febrero de 2012
Carminha Nieves


CARNAVALES
NOS HACEN REIR Y SOÑAR
BAILES ... COMPARSAS
POR TRES DÍAS
DEBEMOS DISFRUTAR

  • Autores: secreet50 (Seudónimo), MARIA ISABEL
  • Se ve: Todos los versos
  • Finalizado: 3 de marzo de 2012 a las 09:30
  • Límite: 6 estrofas
  • Invitados: Amigos (pueden participar los usuarios en su lista de amigos)
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 137
  • Usuario favorito de este poema: Lorenzo13.
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