Piezas del azar

¿Qué hay más allá del límite de lo que podemos ver?

Nadie sabe es por eso que es imposible de comprender

En mi perspectiva hay algo que no podemos poseer

Aquella cosa que ningún humano en sus manos podrá tener.

El desierto marcado por las sinfonías inconclusas

Muestran el firmamento borrado de las mentes ilusas

Blanco y negro son las huellas dejadas por el viajero

Único que puede obtener eso que para nosotros es algo extranjero.

Las piezas del ajedrez se mueven a la orden de su rey

Aquel que mantiene sobre ellos su indiscutible ley

Si nos miramos en el espejo de ellos nos veremos iguales

Ya que en nuestro mundo somos regidos por agentes infernales.

Encadenados a seguir la monotonía del juego de azar

Nunca sabremos lo que en un segundo nos podrá pasar

Nuestra pieza en el tablero se tiene que mover con el instinto

Sin depender de esa autoridad que a todos nos trata distinto.

Lamentos de los peones en el campo de batalla

Alejados de las torres, caballos y alfiles por una muralla

Pensamiento derramados pero por el viajero escuchados

Deseándoles la suerte de los caídos que fueron admitidos.

Caídos peones en el juego de azar por el viajero son guiados

Hacia lo inalcanzable que todos nunca se cansaran de desear

Lo que hasta ahora los peones siempre podrán envidiar

Ver lo que ocurra antes de que uno lo pueda evitar.

Observar el futuro que se puede cambiar y que no está alejado

     Aventurarse a lo desconocido, lo que alguien ha abandonado

Donde sus pisadas ya se marcaron y para él es paraje del pasado

Sus pieza en el tablero el juego por si solo ha ganado.