Ángel

Cuando cierro mis ojos 
Y persigo dormir 
Entre débiles suspiros 
Te encuentro junto a mí 

Cuando lloro en silencio 
Y angustiada me refugio 
Tras los acordes, de una guitarra, 
Transparente y quieta, tú mirada, 
Atempera la ansiedad, 
Asilada  a viva voz 
Ciertamente  en mi alborada 

Ángel 
Intrépido buscas la manera 
De atraerme al disentir 
Cuando concurro a la certeza 
De llamarte y decir sí 

Cuantas veces te he abrazado, 
En mis sueños, perpetuado, 
Brisa eres, paz agente, 
Imperturbable  armadura, 
Que tras de mi tu yergues 

Ángel 
Has tocado mi corazón 
Despertando en el, 
Un dulce amor, 
Indescifrable para los cautivos 
Y  siempre  eterno para los sencillos 

Tus manos son de pura azucena 
Tu piel más que la plata, 
Es cultivada como las perlas 
Y tus labios rosáceos encendidos 
Parecen  llamaradas 
Que mis palabras incinerando 
Van vorazmente 

Ángel 
Y es que de tu mirada 
No me sobra el perfil 
Más de  tu rostro puedo argüir 
Destellante tu faz 
Es  como  el  sol 
Una estrella de luz sin fin predecible 

Tal  hermosura inverosímil, 
Hace mis letras morir de hastío 
Pues no encontraré en ellas, 
Descifrar de ti un ápice equitativo 
Que contenga en su total, la gracia 
Más la  justicia que haría falta, 
A  ti, magnifica  estructura de esbelteza 

Ángel 
Tú estás conmigo tras las horas, 
En las tristezas y penas que añoran, 
Difuminar mi fe, 
Taxativa y oscilante 
Sumergiéndola  en las fosas 
Descriptivas que atesoran 

Pero tú vienes a mí sonriendo 
Y me das agua bendita, 
Fuerza divina 
Para que el dolor 
No corrompa  la alegría 
El color, la música, la elegía 
De tu abrazo fiel refuerzo 
Al amarme sin medida 
Cubriéndome bajo tus alas, 
Tantas noches, 
Acunando los temores 
Recubiertos de mi ensueño 

Ángel 
Noble promesa, 
Reanimándose va entre estos versos, 
De amarte siempre tras cada misterio, 
Pues en mi frente, aún cálidos tus besos, 
Instituyeron en mí, la celestial devoción 
Sellando tu corazón a mi corazón. 

A ti mi Ángel