Es que descubrí el secreto.

Andres Zaabat

Es que descubrí el secreto.

Es que nunca entendí la vida como otros la entendieron.

Es que los otros no entendieron a Pessoa, o a Baudelaire, a Escher, o a Borges o a Cortazar, o a Vallejo, a Machado, ¡A Silva! ¡Beckett! Tantas almas en pena que lo dijeron a gritos, que luego tuvieron que cifrarlo, ponerlo en poemitas, en pinturitas, en musiquitas, y el mundo decía: “Oh, qué grandes artistas, según su tiempo y su contexto quisieron decir esto o lo otro”; ¡Cómo perdieron el tiempo!

Es que todo es circular.

Es que todo es cíclico.

Es que el fin es la paradoja, pero el comienzo también.

Es que siempre hay alguien más atrás, hacia la nada, y alguien más adelante, hacia la nada.

Es que cuando miro atrás sobre mis pasos doy cuenta de que cada vez me alejo más del rumbo, del centro, y aún así me parece que no hay otro camino por donde ir.

Es que me quemé de afuera hacia dentro, acorralando, siempre, por todos los lados, a ese que si podía ser.

Es que dentro había algo que pugnaba por salir y afuera no era ese afuera donde podía desembocar.

Es que los dulces no son más que dulces, igual que las chocolatinas.

Es que siempre había algo menos cuando siempre debía haber algo más, o al contrario.

Es que el agua corre, siempre de la misma forma, y veo el grifo y me parece que lloro.

Es que nunca me baño en el mismo río. "Oh Heraclito, oh Heidegger"

Es que me bebí mi propia sangre.

Es que de donde pude cogerme siempre fue una cuerda falsa.

Es que sólo me quedó el amor, esa ilusión que podía romperlo todo, arrancarme de las cosas, soñar sabiendo que era un sueño, pero soñar, con esa fuerza que no brota de la razón, y por eso amo.

Es que la luna… es que de la luna, esa platónica, idealista, positiva y melancólica idea, romántica idea de mierda, de ver y engalanarse, de sentirse vivo, siempre con la misma luz, no quiero hablar.

Es que no quiero hablar.

Es que tengo tantas palabras para decir y tan pocos oídos para escuchar.

Es que son todas las cosas, a la vez, y sólo una, siempre.

Es que nadie puede entender a nadie.

Es que entra frío por la ventana y no quiero levantarme para cerrarla.

Es que dios no quiso existir. Que mierda.

Es que no soy capaz de matarme por miedo a no morirme.

Es que nunca podré ser consciente de que he muerto, y reírme, haber burlado al universo, el final de todo que para uno nunca es final, porque no podrémos darnos cuenta.

Es que mi madre no se aguantaría mi muerte.

Es que no entendería que ya estoy completo, o que ya no necesito estar completo, que no tengo nada más que buscar.

Es que me quejo mucho.

Es que es de día cuando necesito la noche y de noche cuando busco el día.

Es que mi reloj biológico nunca se sincronizó con el ritmo de la tierra.

Es que la coca cola entra negra pero sale trasparente. Todo lo malo se queda dentro.

Es que todo es actuación, mera actuación, según la circunstancia, la causalidad, la ocurrencia. ¡Vaya Shakespeare, te revuelcas en tu tumba!

Es que no pude discernir entre el destino y el azar.

Es que nunca supe si en realidad era yo mismo o la misma manifestación de la causalidad del universo. Determinismo: acabaste con el ser. 

Es que me miro las manos y no parecen mías.

Es que me paso las manos por la cara y me parece de locos.

Es que la ilusión se hace menos verdadera cuando es más ilusión.

Es que el deseo es el deseo del deseo.

Es que la paradoja no es más que la burla de la conciencia.

Es que todo es lo mismo. Un suspiro, un silencio. Ah, todo es lo mismo. Y sonrío.

Es que me canse de que sólo quede la ironía cuando ya no me quiero reír.

Es que todo, con ímpetu y deseo, es tan alcanzable.

Es que todo es tan costoso, y luego, tan banal.

Es que nadie sabe nada, nadie puede saber nada, y nos montamos esta locura llamada mundo. Siempre, todo volviendo a comenzar. Nieztche, también te revuelcas en tu tumba.

Es que nadie va a leer esto más que como una manifestación del entorno social, y claro, es cierto, pero deberiamos mirar al fondo, a lo profundo, aunque no se vea nada, es eso lo que necesitamos ver.

Es que aunque lo leyeran tampoco lo entenderían, y dirían: “si, tiene razón”, y luego el diario, ni siquiera un café, menos un cigarro.

Es que una cosa es entender y otra muy diferente concebir.

Es que el café no adormece, revive.

Es que el cigarrillo adormece, pero se fuma los pulmones. Y seguiré fumando.

¡Qué peor cáncer que la vida! Nos vamos arrugando, nos salen pecas, se nos encoje el pene, se aumentan las dolencias. ¡Vallejo, te revolcarás en tu tumba!

Es que pocos llegarán hasta esta línea. Yo tampoco lo haría. Para qué seguir diciendo y leyendo lo mismo, llenando bibliotecas. "Tantos nombres y nomenclaturas para un mismo desconcierto" Decía Cortazar.

Es que esto no es un poema. Y todos nos creémos poetas. Soñamos mientras la poesía muere. Escribiendo huevonaditas. Repitiendo las mismas figuras e imágenes amorosas, creyendo que una rosa es un poema. Olvidamos que la poesía es ese "vórtice roto hacia lo Imposible". Pessoa, ¡cómo debes revolcarte en tu tumba!

Es que después de tanto razonamiento volvemos a la nada y ya no hay nada que decir. Porque la verdad está hecha de silencios.

Es que al final no es el secreto del universo, sino el límite de la conciencia.

Es que mañana me voy a parar a seguir con lo mismo, y responderé al primero: “Si, qué bonito día”. Y uno dentro mí sabrá que es cierto, y el otro dentro de mí lo criticará. Como siempre, esos seres dentro de mí que nunca soy.

  • Autor: Andres Zaabat (Offline Offline)
  • Publicado: 5 de enero de 2012 a las 04:44
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 59
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Comentarios2

  • Phoeta Anhonimo

    Ah,
    nombró
    a muchos que me llenan el alma,
    en especial al arquetipo especial y inspirador de "Baudelaire"
    incomprendido quizás, pero en la actualidad se le entiende como biblia para un ignorante.


    Y más cuando algo más allá del interior
    dice como suele decir,
    que la vida misma es una porquería,
    pero,
    es lo es,
    porque
    quizás no hay nada por definir,
    que definir el retrato interno,
    cuando se escribe amando,
    que el amor es la soga
    que acribilla los dedos
    sobre un papel
    que vomita sueños.

    Ah, cuando hablan de "Baudelaire" me inspiró,
    hasta acabar con el universo en una copa de whisky, a su salud por tan buen poema, despertador de sonámbulos como yo.



    A. P.

  • Ramón Merino (porore)

    y¿que nos queda,si no vivir?
    darnos cuenta de la simpleza de lo simple
    y de que es el querer escudriñar todo
    lo que lo complica,lo que lo enmaraña
    el sol es el sol,una veces te calentara otras te abrasara
    la luna es luna,a veces sera tu compañera otras mera imagen
    ¿y que? ¿porque buscar explicacion a lo que es simple sensacion?
    la vida es sencilla
    son los hombrecillos que viven dentro de nosotros,los que la complican
    O NO

    UN ABRAZO

    • Andres Zaabat

      Así es Popore. Nunca comenté un comentario, porque nunca nadie lo entendió. Gracias compañero.



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