Pesadilla

josemiguel

Anoche salí soñando que era yo un condenado,
y que estaba sentenciado a la pena capital;
y que éramos veinticinco los que íbamos pal gancho,
nos esperaba la horca en la cárcel federal.

Poco a poco iban pasando, cabisbajos, deprimidos,
aquellos que habían perdido sus esperanzas, su fé,
porque no hubo ningún juez que aplazara la sentencia;
y yo clamando inocencia, tampoco al fin lo logré.

En el sueño yo sentía el caminar de los guardias,
y el chirriar de los portones más intensos cada vez.
¡Ay mi madre yo decía! temblando de la cabeza a los pies;
ya habían colgado catorce y yo hacía el veinticuatro.

Para llegar hasta mi tan sólo faltaban diez,
¡Dios mío has tú un milagro conmigo, ayúdame San José;
Tú que eres tocayo mío, mejor que ahorquen a Andrés.
¡El próximo gritó un guardia, entonces si que temblé.

Sin ser la cosa conmigo en el sueño me oriné.
Como yo estaba asustado todos los iba contando,
y compadre yo le juro, que para llegar a mi celda ,
tan sólo faltaban tres.

De pronto, uno, dos, tres, tres cantazos
oí sobre los barrotes y los sentí en las costillas.
Así una voz que decía: ¡ Condenao, hijo de perra!
y algo me sacudía, de pronto unas manos frías,
se posaron en mi hombro.

Para ser más grande mi asombro, del sueño había despertao,
abrí los ojos bien grandes mirando medio asorao,
y allí estaba mi mujer mirándome fijamente;
con un carácter demente y ojos desorbitaos.

Le pregunté: ¿Qué te pasa? y me dijo:
¡Mira como estás sudao! y me remacho con un coño,
y un carajo prolongao.
y me dijo estas palabras: ¡Tú te orinaste en la cama!
¡Mira como me has bañao!.

Yo la abracé tiernamente, le dije: ¡Gracias mi amor!
porque si tú no me llamas aunque me diste tres golpes,
ahora me habrían guindao.
¡Ay Bendíto ! mala suerte del que hacía el veinticinco,
que como yo desperté no sé en que habrá parao.

Pero yo estoy bien seguro, que el miedo es algo serio,
miren que yo me oriné cuando sentí el conteo,
y de aquél, si de aquél otro pobre reo, que estaba ya sentenciao,
cuando fueron a buscarlo, se tiene que haber evacuao.

Copyright "©" Derechos Reservados 2011
José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita


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Comentarios2

  • Nuria Madrigal

    Genial !!!! Da gracias a tu mujer. 😀
    Saludos

  • efraguza123

    DE las que lo salva a uno la mujer...



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