Canto III
Yo se que estas cosas se las lleva el viento
Como puedo quedarme
En silencio, mientras el atardecer
Cae violentamente en las cumbres del cielo
Mientras el ave azul persigue las últimas luces
Mientras tu mansedumbre me es evidente.
El crepúsculo temblor de tus pies desoló
Los suelos, el sordo metal de mi puerta encierra
A mi compañera la soledad, mujer de mil nombres
No me queda más que brindarte señales de humo
Suave, te escribo en cielo con luces rojas, golpeo
Las viejas paredes del solitario recinto, solo para que te
Acerques, solo para que me ayudes abrir las antiguas
Ventanas del portal de mi casa.
Soy testigo bajo la espesa ceja de la noche,
Bajo la sombra del descanso, de ese poder emancipador
De tus ojos. Mi lengua cenicienta cierra el túnel
Ensanchando los rincones del silencio lirico.
La noche fue testigo de mis miradas lejanas,
La noche fue testigo de mi sombra perpetua siguiendo
Tu aroma, la noche fue testigo de mi tristeza
La noche fue testigo de mi insomnio
La noche triste fue testigo….
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Autor:
pomontty (
Offline) - Publicado: 15 de octubre de 2011 a las 21:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 129
- Usuario favorito de este poema: Juana De Arco.
Offline)
Comentarios2
EXELENTE`POEMA SIGE ADELANTE
gracias amigo !!
muy bonito de verdad que te felicito un muy buen trabajo y tiene una trama bastante buena
saludos
gracias por tu comentario !!
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