Una Noche... Un Deseo... Un Adiós...

Denielig



No quiero dejarte… susurraste a mi oído, pero mi cuerpo se negó a registrar lo que el cerebro le enviaba…

Pero sin darme tiempo a pensar, tus labios se cerraron sobre mi boca… se despertó todo tu instinto depredador forzando una entrada que te habría sido franqueada con facilidad… invadiste sin miramientos, ese pequeño espacio donde dijiste se guardaba la dulzura de mis besos… Tus inquietas manos se perdieron en mi cuerpo, deshaciéndote de todo aquello que se interponía entre nuestras pieles…

Tus brazos se tensaron cuando me pegaste a tu pecho, y con suaves murmullos de palabras ininteligibles, dejaste a tu boca deslizarse por la curva de mi cuello, demorándote hasta hacerme gemir al detenerte un lugar de exquisitas sensaciones…

Un deseo urgente se despertó en mi pecho… en mi vientre… un deseo atroz como nunca antes lo había sentido…

Mis piernas parecían haber quedado desprovistas de huesos que pudiesen mantenerme en pie… mientras que tú, a duras penas lograbas contenerte y el fuego que había en tus ojos encendió aún más mi piel…

Una furia salvaje pareció apoderarse de ti, y haciendo a un lado toda delicadeza, cerraste un brazo alrededor de mi cintura, mientras el otro se movió en dirección a mi cabeza y una mano fuerte se cerró sobre un puñado de mis cabellos…

Acercaste tus labios a los míos y pude sentir tu aliento deslizarse desde ellos hacia mi mejilla como el suave aleteo de una mariposa…

¿Puede alguien más hacerte sentir esto?... dijiste con la voz enronquecida por el deseo, mientras tus labios seguían aquella torturante danza sobre mi piel… “Nunca has sido de nadie, porque me perteneces”… mientras decías eso, trasladaste tu boca hasta cerrarla sobre la piel ligeramente oscurecida de un pezón enhiesto… que gritaba en silencio el deseo que me estaba consumiendo…

Mis pensamientos huyeron, como llamas danzarinas saltando fuera de la hoguera… me aferre a tu espalda y apreté los dientes para no dejar escapar el gemido urgente que pugnaba por escapar… mi vestido en el piso y la delicada ropa interior hecha pedazos…

Con mirada incendiaria recorriste mi cuerpo desnudo con avidez… tus dedos comenzaron a trazar círculos alrededor de mis pezones, en un enloquecedor movimiento que hizo que mi sangre hirviese como lava ardiente…

Acercaste tu rostro y tu lengua trazó el mismo movimiento que un momento antes habían ejecutado tus dedos… te deslizaste hacia abajo, tus labios recorrieron la curva de mi cintura… y mientras trazabas caminos de besos sobre mi vientre tus dedos invadían mi intimidad… no lo soporté más y gemí en forma muy audible cuando mi interior se estremeció…

Una sonrisa de triunfo se dibujó en tus labios… pero al mismo tiempo el deseo brutal de hacerme completamente tuya se hizo incontrolable…

Separaste mis piernas, aferraste mi cintura y mirándome a los ojos, con esa mirada que parecía traspasar el alma… te hundiste en mis entrañas con desenfreno…

Sentí que el mundo había comenzado una frenética y enloquecida danza, que me llevaba de un extremo a otro de un placer hasta entonces desconocido… mi cuerpo actuó ajeno a la razón… y la tuya había huido hacía mucho tiempo hacia un lugar lejano…

Mientras nuestros cuerpos ejecutaban aquel baile salvaje y primitivo, acercaste tus labios a mi oído… jadeaste de forma entrecortada “Dilo… solo dilo”… pero mi garganta estaba atenazada por la emoción y las alucinantes sensaciones que despertaste dentro y fuera de mi cuerpo… finalmente un desesperado “Soy tuya” … logró evadir el sólido muro de sensaciones que amenazaban con desbordarse…

Después de oirme decir lo que ansiabas escuchar y que te otorgaba la posesión absoluta… todo tu ser hizo violenta explosión, derramando en mi interior, los restos de un deseo que a fuerza de intenso te había consumido hasta el agotamiento…

Mientras intentábamos recuperar el aliento, acariciaste mi cuerpo perlado por el sudor… y besaste mis labios que casi inertes, recuperaron la vida ante el contacto…

Si me hubiesen ofrecido, muchos años de vida por suprimir aquel momento, o si hubiese sabido que tendría que vivir la crueldad de tu ausencia… habría preferido morir en ese mismo instante… porque finalmente dejaste la vida… y no me llevaste…

  • Autor: Eclipse (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 11 de octubre de 2011 a las 13:41
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 126
  • Usuarios favoritos de este poema: Estrella, Vito_Angeli, Dark_Angel.
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Comentarios2

  • Estrella

    q??
    como categoria cuento?
    como q se fue y no t llevo?
    scribes un poema cm ste y me dejas stas dudas?

    pero q poema !!

    mi imaginacion volo y revivi recuerds intensos
    ocultos bajo la cama...

    me encanto !!

    • Denielig

      Gracias estrellita...

      Me alegra q te haya gustado... en cuanto a la categoría, pues no había otra más a propósito... y sí, a donde iba no me podía llevar... gracias por leer y comentar... karamel kisses...

      • Estrella

        para eso sta EROTICO

        si el tema a tratar se refiere a pasion,
        fuego entre amantes,asi no sea un poema cn rima
        la categoria propicia es esa.

        lastima q no te haya podido llevar,
        pero ya llegara alguien mas q te haga sentir eso
        aunq tarde...

        saluds y suerte 🙂

      • uyuyuyyyy

        PASIONNNN

        • Denielig

          Gracias Uy... por pasarte y dejar tu huella... karamel kisses...



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