CRUZAMOS las FRONTERAS de la ADVERSIDAD

CRUZAMOS las FRONTERAS de la ADVERSIDAD:





Cruzamos las fronteras de la adversidad, desafiando al destino, por lograr vivir un madrigal de amor y como pareja nos estaba yendo bien, sin percatarnos que con los años, la rutina se fue apoderando de los amaneceres y nuestro hermoso cielo azul se fue tornando lentamente de un triste gris como es el mar de invierno, dándonos la espalda con el despertar, escuchando el silencio que trae el olvido, para todo lo vivido y sentido en la piel...,

Cruzamos las fronteras de la adversidad y hoy pregunto en voz alta a los oído sordos del mundo, si dentro de los espacios perdidos y sin tiempo de amor dedicado, algo en verdad valió la pena, para tener que estar sufriendo en amarga soledad, por lo que Tú dejaste de padecer a mi lado esa noche cuando te marchaste sin decirme adiós, abandonándome atrás a la cama dormido, que poco te importó lo que pasó, como tampoco lo que fui en tus brazos, pero algo es cierto, la vida es una y aun nadando contra la corriente, deseaste proseguir en la búsqueda incesante de la felicidad...,

Cruzamos las fronteras de la adversidad, sin tomar la previsión de haber grabado por la mente, esas huellas precisas y necesarias de posible salvación, que en ese camino de tierra despreocupadamente plasmábamos inocentemente a cada paso, por si un día sobre ellas mismas teníamos que devolvernos, al no presentir, que las malas cartas estaban ya jugadas, para sentir este fracaso amoroso que ha sido la desilusión de los dos, como cruel castigo...,

Cruzamos las fronteras de la adversidad, pero pagamos un alto precio, ambos derrotados por el reto de la osadía, sin embargo, te propongo unir mutuas lágrimas sin dueño, para que juntas se sequen, por salvar quizás, algo de la posible pasión, que hubiera sobrevivido en las cenizas del ayer glorioso, sin más dolor, aunque sea muy difícil comenzar ahora de nuevo, borrando primero sinceramente, el odio reflejado en la mirada y el rencor arraigado del corazón, por lo que a penas alcanzamos, juntos, recriminarnos siempre profundamente, por lo que no logramos, es posible que no entienda por nervios, lo que pretendes, como tal vez, tampoco me comprendas el mensaje que intento trasmitirte, para no seguir viéndonos de lejos en solitario, desde aceras opuestas, con sendas lágrimas de nostalgia en los ojos, que brillan en la oscuridad de la noche, corriendo por el rostro.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 29082011 10:15 PM.