Un leve movimiento de ideas inoportunas
camina el manso aroma del firmamento.
Examino mi temblor ante los dioses
del ayer
para comprender que los hombres
son trivialidad y miedo inmutable.
No existe un ideal perfecto:
por cabeza podemos buscar
la perfección bajo los escombros
de la costumbre,
del arrepentimiento
y la forzosa purificación.
Solo frente al chaparrón
de hechos inconvenientes
mi penitencia grita
perpetuidades.
- Autor: Alexander Vórtice (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de agosto de 2011 a las 19:32
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 62
- Usuario favorito de este poema: huertero.
Comentarios3
Excelente amigo .!!!
Muchas gracias, Amin.
parece que soy un admirador de los engranajes invisibles de los trajines hipotéticos en la historia de la calamidad humana
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