ELLA

Diego Cobos



Ring…. Ring… es Maricarmen

Ola amor dime                -   quieres que nos veamos esta tarde

Si mi amor a qué hora   -    a las cuatro de la tarde

Te espero mi cielo

Dic preparo dos copas de cava y dos rosas rojas, dos amarillas

para cuando llegase su amada.

A las cuatro en punto. Dindon, Dindon, llaman a la puerta

Dic abre la puerta, hola Dic amor, hola Maricarmen cariño

Dic se que do helado, su amada llevaba un vestido rojo muy vaporoso lindo

mi amor estas ardiendo   -   y eso

por tu fantástico vestido mi corazón

su cuerpo puro y maleable al posar sus manos sobre la cintura nota Dic que su cuerpo se está estremeciendo

con sus andares de ángel

cogidos de la mano Dic la lleva a la mesa donde están las rosas y las copas

Dic coje en una mano dos rosas rojas y en la otra las dos amarillas

y se las acerca a ambas mejillas, estas preciosa pareces un ángel

se las entrego en sus manos apretando suave

voy a por una botella de cava, cava o estupendo

se tomaron ambos las copas

bailan sus labios le susurran amor

Dic le susurra te quiero

sus manos a tercio peladas sus dedos largo y finos se entrelazan con las de Dic

sus cuerpos se balancean como una pequeña barca en altamar

sus labios finos pero a la vez explosivos

bailando muy juntos, notaban sus corazones palpitar fuertemente

a veces les costaba respirar, juntaron sus labios fundiendo ambos en un largo beso

bajo las estrellas.

Diego Cobos      X – VIII - MMXI

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Comentarios3

  • Igor P. de S.

    Amigo:
    Me encantan tus versos y tu estilo…
    Un estilo totalmente nuevo, “sencillo” (es decir, perfectamente elegante como todo buen estilo), que corresponde de manera sorprendente al contenido y al aliento de tu poema.

    ¿Me permites, amigo poeta, que lo relea a mi forma, para decirte así lo bonito que suenan tus palabras en mis ojos de lector?

    “Ring…. Ring… es Maricarmen
    (…) Dic preparo dos copas de cava y dos rosas rojas, dos amarillas
    para cuando llegase su amada.
    A las cuatro en punto. Dindon, Dindon, llaman a la puerta
    (…)
    Dic se que do helado, su amada llevaba un vestido rojo muy vaporoso lindo
    mi amor estas ardiendo (…)
    su cuerpo puro y maleable al posar sus manos sobre la cintura nota Dic que su cuerpo se está estremeciendo
    (…) Dic coje en una mano dos rosas rojas y en la otra las dos amarillas
    y se las acerca a ambas mejillas, estas preciosa pareces un ángel
    se las entrego en sus manos apretando suave (…)
    bailan sus labios le susurran amor
    Dic le susurra te quiero (…)
    bailando muy juntos, notaban sus corazones palpitar fuertemente
    a veces les costaba respirar, juntaron sus labios fundiendo ambos en un largo beso
    bajo las estrellas”.

    Gracias, amigo: como puedes ver,
    igual que Dic,
    yo también “me he quedado helado con Ella,
    con ese vestido rojo
    muy vaporoso lindo de tu amada”.

    Un abrazo. Igor

    • Diego Cobos

      Joder Igor eres magnifico, no tengo palabras de agradecimiento
      Un abrazo y fuerte apretón de manos, hasta Paris ciudad del amor, y hermana.
      Diego Cobos.

    • Carmen Angelical

      mi querido diego que maravilloso relato....y que beso.........
      Te ha quedado precioso.......mis felicitaciones!!!!

      Carmen

      • Diego Cobos

        Gracias mi querida amiga Carmen por tu maravillo comentario
        Un abrazo.
        Diego Cobos.

      • DAVID FERNANDEZ FIS

        AY paisano y amigo,de verdad que la belleza de la persona y de su alma,destaca sobre cualquier falta ortografica o lo que sea,eres la viva estampa de un corazon inmenzo y lleno de amor y poesia,me siento muy complacido de tenerte como amigo,por aqui y en esa tierra que tambien es mia,ya brindaremos por tus exitos poeticos y por el amor,tomandonos unas cuantas copas,como solemos hacer,de buen vino riojano disfrutando d un buen pulpo a la gallega o de una rica paella de langostinos,un abrazo amigo

        • Diego Cobos

          Mil gracias paisano que el amor no se nos valla en la vida, viva la vida y la madre que nos pario.
          Un abrazo
          Diego Cobos.



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