EL INFIERNO

Gritos de guerra para seguir animándolos

Alentando el fuego de la supervivencia

Marchando entre demonios, van sonámbulos

Escuchando los cánticos de la audiencia

Sortilegios que embriagan a los sentidos

Dándoles fuerza para completar su labor

Susurros infernales que sofocan los alaridos

Tan cerca del infierno, se siente el calor

Marchan poseídos por discursos fanáticos

Cargan emblemas que van teñidos de sangre

Estandartes ante los que se han rendido

Sigan su cruzada, los demonios tienen hambre

A buen recaudo sus cuerpos en las trincheras

En la cruel negación del sufrimiento ajeno

Cavando una tumba, a su humanidad entierran

Mientras sus almas siguen ingiriendo veneno

¨El primer muerto es el que causa impresión¨

Se escucha decir al veterano de mil batallas

¨Uno más a su cuenta, ganen la competición”

Se parte el viento ante el baile de las balas

El verdadero infierno, sinónimo de guerra

Causada por la codicia, el odio o la venganza

Una mancha de sangre tatuada en la tierra

Ríos de carmín que fluyen por tanta matanza

Soldados que pelean por sombras ocultas

Sombras que disparan tan solo palabras

Las frases que hacia la conciencia apuntan

Enredadas en patriotismo; frases macabras

Sobreviviendo para contar una historia

Relatando como murió el alma en batalla

Sobreviviendo para obtener cierta gloria

Que ante la sangre en las manos se acalla

La misma bala que arrebata la vida ajena

Se lleva en su trayecto el espíritu propio

Nace un verdugo, un asesino se estrena

Alma perdida entre los cuerpos en acopio.

Andrés Ruiz H.